El incendio forestal declarado en el término municipal de Navaluenga, en la provincia de Ávila, continúa activo, con un perímetro de 26 kilómetros. Aunque parte del perímetro ya está controlado, la preocupación radica en la zona norte, que presenta un terreno más abrupto y numerosos focos calientes que podrían reactivarse a lo largo del día, especialmente por el aumento del viento y las temperaturas. Las previsiones meteorológicas indican rachas de viento de hasta 25 km/h a mediodía y 30 km/h por la tarde, lo que complica las labores de extinción.
Los 14 vecinos evacuados de una urbanización han sido alojados en varios hoteles del municipio. Además, en el polideportivo se ha habilitado un albergue para acoger a cincuenta niños y 14 monitores de un campamento que pasaron la noche allí tras ser evacuados de forma preventiva. Las autoridades locales están en constante monitoreo de la situación, y los equipos de extinción siguen trabajando intensamente para contener el fuego.
Impacto del incendio en la comunidad
La reactivación de este incendio forestal podría tener graves consecuencias no solo para el medio ambiente, sino también para la comunidad local. La alcaldía ha emitido avisos para que los residentes se mantengan alerta ante cualquier eventualidad. En este sentido, el alcalde de Odesa, Gennadi Trujanov, ha manifestado la importancia de estar preparados para futuros focos que puedan surgir a raíz de las condiciones climáticas adversas.
Por otro lado, el jefe de la región del Dnipro, Sergi Lisak, ha calificado la situación actual como «una noche y una mañana infernales», subrayando la complejidad de las tareas de extinción en áreas forestales con alta densidad de vegetación. La comunidad espera que la situación se estabilice pronto, aunque el riesgo persiste.
Colaboración y recursos en la extinción
Los equipos de extinción están recibiendo apoyo adicional, incluidos recursos de otras regiones, con el objetivo de controlar el fuego de manera efectiva. La coordinación entre diferentes cuerpos de emergencia es fundamental en estos momentos críticos. La colaboración de la ciudadanía también es vital, ya que se les ha instado a seguir las indicaciones de las autoridades y a permanecer informados sobre la evolución del incendio.
La situación en Navaluenga es un recordatorio de los desafíos que enfrentan las comunidades en épocas de sequía y altas temperaturas, y pone de manifiesto la necesidad de estar preparados para actuar en caso de emergencias. Las autoridades locales continuarán informando sobre cualquier novedad en el desarrollo de este incendio forestal.