Nigel Farage, líder de Reform UK y actual favorito en las encuestas del Reino Unido, ha revelado su intención de prohibir el acceso a ayudas sociales para inmigrantes en caso de ganar las próximas elecciones. En declaraciones recogidas por el Daily Express, Farage argumenta que el país se ha transformado en un «banco de alimentos del mundo», mientras los costes de las prestaciones continúan en aumento.
El político presentará su propuesta en Londres, donde afirmará que solo aquellos con pasaporte británico podrán solicitar beneficios estatales. Aquellos inmigrantes que consigan la ciudadanía mantendrán los mismos derechos, aunque Farage prevé endurecer los requisitos para obtenerla. Esto incluye vincular el acceso a la ciudadanía al nivel de ingresos y aumentar el tiempo de residencia necesario de seis a siete años, salvo en el caso de matrimonios con ciudadanos británicos, donde se mantendría la posibilidad de solicitarla a los cinco años.
Propuestas en un contexto político tensionado
La propuesta llega en un contexto de intenso debate político, donde el Partido Laborista plantea aumentar a diez años el período de espera para la residencia permanente, aunque con excepciones para quienes contribuyan más al país. Por otro lado, los conservadores exigen un mínimo de diez años de residencia y un salario de al menos 38 700 libras para acceder a estos derechos. La ministra del Interior, Shabana Mahmood, ya está recibiendo críticas internas, especialmente de diputados como Bell Ribeiro-Addy, quienes advierten que esta reforma podría ser «injusta y cruel» para miles de familias inmigrantes.
Farage defiende su plan como una medida que podría ahorrar a los contribuyentes hasta 230 000 millones de libras y poner fin a lo que él denomina la «Ola Boris», refiriéndose a los más de 2 millones de visados concedidos entre 2021 y 2024 durante el mandato de Boris Johnson.
Impacto de la inmigración en el sistema social
Según estimaciones de centros de estudio, se espera que cerca de 800 000 personas soliciten la residencia indefinida en los próximos años, lo que les daría acceso al NHS, viviendas sociales y prestaciones. Las cifras oficiales corroboran el diagnóstico de Farage: el gasto en ayudas sociales alcanzó los 266 000 millones de libras el año pasado, de los cuales 9 000 millones fueron destinados a extranjeros. Además, el número de inmigrantes con permiso indefinido que reciben el Crédito Universal se ha duplicado en tres años, pasando de 95 000 en 2022 a más de 211 000 en agosto de 2024.
Reform UK planea acusar tanto a laboristas como a conservadores de haber contribuido a la crisis migratoria y de permitir que el gasto social se descontrole. Para Farage, el objetivo es claro: eliminar cualquier resquicio legal que permita a los extranjeros acceder a ayudas y garantizar que estas sean exclusivas para ciudadanos británicos.
