La selección española femenina de fútbol ha sufrido una amarga derrota en la final de la Eurocopa 2025, celebrada el pasado 6 de agosto en Wembley, donde cayó ante Inglaterra en la tanda de penaltis. A pesar de haber dominado el encuentro durante la mayor parte del tiempo, el equipo de Montse Tomé no logró convertir su superioridad en goles, lo que finalmente le costó el título.
Desde el inicio del partido, España mostró su intención de llevar el control del juego. A los tres minutos de la primera parte, Inglaterra ya había lanzado una advertencia con un disparo de Alessia Russo, que fue bien despejado por la portera Cata Coll. A medida que avanzaba el primer tiempo, las españolas se hicieron con el dominio, y fue en el minuto 30 cuando Mariona abrió el marcador con un cabezazo tras un magnífico centro de Ona.
Un partido de altibajos
Sin embargo, en la segunda mitad, la dinámica del encuentro cambió. España, que parecía haber tomado la delantera, bajó el ritmo, lo que permitió a Inglaterra igualar el marcador en el minuto 56 con un gol de Russo. A pesar de contar con varias oportunidades para retomar la ventaja, el tiempo reglamentario finalizó con un empate a 1-1, llevando el partido a la prórroga.
La prórroga no alteró el curso del encuentro, y aunque España mantuvo la posesión y creó ocasiones, el marcador se mantuvo inalterado. En el fútbol, como bien se sabe, dominar el juego no garantiza la victoria, y España lo sufrió en su propia piel.
La cruel tanda de penaltis
La tanda de penaltis se convirtió en el escenario de la tragedia para las españolas, que fallaron tres de sus intentos. La presión fue demasiado para las jugadoras, y la experiencia de Chloe Kelly brilló en el momento decisivo, convirtiendo el penalti que dio a Inglaterra la victoria. La decepción fue palpable en el equipo español, que había llegado a la final tras un torneo impecable, con un pleno de victorias.
A pesar de la dolorosa derrota, es fundamental reconocer el impacto que ha tenido esta generación de futbolistas en el deporte femenino español. La selección ha inspirado a numerosas jóvenes que ven en ellas un modelo a seguir. Los logros de este equipo no deben ser subestimados, ya que han elevado el nivel del fútbol femenino en el país.
Ahora, la selección deberá aprender de esta experiencia y prepararse para el futuro, con la vista puesta en el Mundial que se celebrará en dos años. La caída en la final es amarga, pero el potencial de España para volver a la cima es indiscutible. El fútbol puede ser cruel, pero el camino hacia el éxito está lleno de oportunidades para quienes se esfuerzan y creen en su talento.
