El Ministerio de Igualdad ha emprendido una iniciativa para combatir la misoginia en las redes sociales, enfocándose en erradicar el uso de términos considerados peyorativos. Esta cruzada se materializa a través de un informe del Instituto de las Mujeres que denuncia el uso del término «Charo», que se refiere a mujeres progresistas solteras que han superado la treintena. Este documento, publicado el 20 de octubre de 2023, es el primero de una serie destinada a neutralizar el lenguaje sexista que se manifiesta en el ámbito digital.
Desmantelando el lenguaje misógino
El informe del Instituto de las Mujeres propone abordar el uso de expresiones como «feminazi» y «planchabragas», que se utilizan para desprestigiar el feminismo y a las mujeres que lo defienden. Según la directora del Instituto, Cristina Hernández, es fundamental monitorizar estas narrativas en redes, ya que influyen en la percepción pública y pueden tener un impacto perjudicial en la vida de las mujeres, especialmente en aquellas que son figuras públicas, como políticas o activistas.
Hernández ha declarado que «lo que ocurre en redes no se queda ahí: condiciona percepciones sociales, influye en el debate público y acaba impactando en la vida de las mujeres». De este modo, el Instituto busca identificar y prevenir el efecto de estos discursos de odio que pueden normalizar la misoginia.
El estereotipo de «Charo»
El término «Charo» es descrito en el informe como una categoría que reduce a las mujeres a una representación homogénea y degradante. El documento detalla cómo este estereotipo presenta a las féminas como inútiles o ridículas, reforzando así dinámicas sociales de desprecio. El informe también pone de relieve que la viralización de este término dificulta que las mujeres jóvenes identifiquen referentes feministas positivos, al estigmatizar su participación pública.
Desde el Ministerio, se considera que la lucha contra la misoginia digital es una prioridad. Recientemente, se publicó un informe sobre la autopercepción de la imagen de las mujeres en entornos digitales, en el que se planteaba la necesidad de «intervenir» en estos espacios para reducir la propagación de contenidos misóginos y fomentar la creación de espacios feministas.
El gabinete de Ana Redondo subraya la importancia de promover y financiar iniciativas que apoyen a las creadoras de contenido y a las entidades del tercer sector que trabajan en favor de la igualdad. Este empeño se enmarca dentro de una estrategia más amplia para visibilizar y erradicar la violencia de género y la discriminación en todas sus formas, especialmente en el contexto digital, donde la misoginia ha encontrado un nuevo canal de expresión.
La lucha del Ministerio de Igualdad contra la misoginia en redes sociales no solo busca eliminar palabras hirientes, sino también cambiar la narrativa que rodea a las mujeres en el espacio público, contribuyendo así a un entorno más equitativo y respetuoso.
