La situación en Gaza ha suscitado un profundo debate sobre la compasión y la memoria histórica, especialmente en un pueblo que ha vivido en su propia piel el horror del holocausto. La escritora y poeta Gioconda Belli reflexiona sobre el impacto de la violencia en la región y la desconexión emocional que parece haber afectado a quienes fueron víctimas de un genocidio. En su reciente artículo, Belli comparte sus inquietudes mientras se encuentra en un jardín en Morille, cerca de Salamanca, donde observa la naturaleza y recuerda su hogar en Nicaragua.
La autora menciona las desgarradoras declaraciones de un médico en Gaza, quien describe cómo el ejército israelí ataca a los palestinos que buscan alimento. «Un día les disparan a la cabeza y el torso; otro día a la región del estómago, otro día a la ingle y las piernas», relata el médico, quien destaca la brutalidad de estos actos como si fueran parte de un juego para los soldados. Estas palabras resuenan en la mente de Belli, quien se pregunta cómo es posible que un pueblo que ha sufrido tanto pueda haber perdido la compasión de una manera tan monstruosa.
La pérdida de la compasión en la historia
Belli plantea un dilema moral: ¿cómo puede un pueblo que ha sido víctima de un holocausto olvidar su propia historia y convertirse en perpetrador de otro? La escritora critica la respuesta de Israel ante las críticas, acusando a quienes cuestionan sus acciones de ser antisemitas. Este argumento, según ella, desvirtúa la memoria de las víctimas del nazismo y transforma a quienes debieran ser defensores de la paz en agentes de violencia.
La cifra de muertos en Gaza aumenta diariamente, y las imágenes de niños famélicos y heridos generan una sensación de impotencia y desconcierto en la comunidad internacional. Belli sostiene que Europa debería haber cortado toda ayuda y comercio con Israel hace meses, en respuesta a la escalofriante situación humanitaria. La indiferencia y el silencio ante la tragedia parecen ser cómplices de la violencia.
Un conflicto ético y humano
La escritora resalta que la tragedia que se vive en Gaza es un conflicto no solo territorial, sino también ético y moral. El uso del pasado por parte de líderes como Benjamin Netanyahu para justificar acciones letales hacia civiles no puede ser aceptado. Belli llama a la reflexión sobre cómo el odio puede nublar la memoria y la compasión, llevando a una situación donde las víctimas se convierten en victimarios.
En el cierre de su reflexión, Belli enfatiza que este conflicto debe ser detenido por quienes tienen el poder para hacerlo. La historia no debería repetirse, y la compasión debe prevalecer sobre la venganza. La comunidad internacional, y especialmente Europa, tiene la responsabilidad de actuar y no permitir que la tragedia de Gaza continúe. La lucha por la paz y la justicia es urgente, y la memoria de las víctimas del pasado debe guiar nuestras acciones en el presente.