La decisión de RTVE de retirar a España de Eurovisión 2026 tras la permanencia de Israel en el concurso ha suscitado intensas reacciones en el ámbito eurofan y más allá de él. Esta retirada se produce en un contexto donde varios países europeos han expresado su descontento con la situación en Gaza, lo que ha llevado a voces reconocidas del panorama musical español a pronunciarse sobre el tema.
En un reciente programa titulado ‘Fiesta’, la cantante Barei, quien representó a España en Estocolmo 2016 con la canción «Say Yay!», analizó las implicaciones de esta decisión. Según Barei, es esencial que el posicionamiento de RTVE sea coherente y se aplique en todos los ámbitos, no solo en el musical. “Hay que llevarlo hasta el final y con todo lo que tendría que ser coherente con la decisión”, afirmó, haciendo hincapié en que esto abarca otras disciplinas y participaciones.
La incoherencia de la UER según Barei
La artista madrileña coincidió con el analista José Rodari al señalar el “doble rasero” que ha aplicado la Unión Europea de Radiodifusión (UER) en los últimos años. “Ya en ese momento había otras guerras de por medio, y si se permitía participar a unos sí y a otros no…”, indicó, refiriéndose a la expulsión de Rusia y Bielorrusia en 2022 tras la invasión de Ucrania. Para Barei, la continuidad de Israel en el certamen, a pesar de las denuncias de instrumentalización política del festival, pone de manifiesto una “incoherencia evidente” en la gestión de la UER.
La cantante también destacó que varios Estados europeos, como Irlanda, Eslovenia y Países Bajos, se han alineado con la postura de España, lo que refuerza su argumento sobre la necesidad de coherencia en las decisiones de participación. “Somos bastante incoherentes los seres humanos, y ser consecuentes con las decisiones que tomamos suele costarnos mucho”, añadió.
El reto de la coherencia
Barei considera que optar por no participar es una postura legítima, pero matiza que el verdadero desafío reside en ser coherentes con esta decisión. “Hay que posicionarse, pero hay que ser consecuente”, subrayó. Esta afirmación se suma a un creciente número de voces que reclaman que Eurovisión mantenga sus principios de neutralidad y deje de operar bajo criterios que muchos consideran contradictorios.
La salida de España de Eurovisión no solo tiene implicaciones políticas, sino también económicas, ya que podría afectar el interés en el certamen y la audiencia del evento. La incertidumbre sobre el futuro del Benidorm Fest y el impacto económico de esta decisión son cuestiones que quedan en el aire, mientras la comunidad eurofan espera una respuesta clara de RTVE sobre su postura en el futuro.
