Una mujer de 94 años ha recibido recientemente una intervención quirúrgica en el hospital Virgen del Camino de Navarra, lo que ha llevado a su hijo a expresar un profundo agradecimiento hacia el personal de la sanidad pública. A pesar de ser una operación menor, la experiencia fue inquietante dada la edad de la paciente, y el éxito del procedimiento se debe en gran medida a la amabilidad y profesionalismo del equipo médico.
El agradecimiento familiar se centra no solo en la competencia de las cirujanas y el personal de enfermería, sino también en la atención continua que han recibido. El hijo de la paciente detalla cómo la atención sanitaria en su familia ha sido excepcional, comparando su experiencia con lo que se escucha de otras comunidades autónomas. “Nos llaman ‘los pacientes VIP’”, señala, haciendo referencia a la frecuencia con la que reciben visitas de la médica de cabecera y enfermeras, así como a la celeridad con la que se gestionan las citas para especialistas.
La calidad del servicio sanitario en Navarra
El relato destaca la excelente atención que ha recibido su madre en un momento de vulnerabilidad. “Es para felicitarse”, afirma, refiriéndose a la calidad del servicio sanitario que se ofrece en Navarra. Este reconocimiento se realiza en un contexto donde la sanidad pública enfrenta desafíos importantes, como la falta de recursos en algunas especialidades y las listas de espera que afectan a los pacientes en otras regiones del país.
Un aspecto que también alegró al hijo de la paciente fue escuchar conversaciones en euskera entre el personal y los pacientes, lo que resalta la diversidad y la inclusión en el entorno sanitario. La capacidad de los profesionales para comunicarse en la lengua local no solo favorece la relación con los pacientes, sino que también fortalece el sentido de comunidad.
El relato se convierte en un homenaje a todos aquellos que dedican su vida a cuidar de los demás, especialmente en momentos críticos. “¡Gracias a todas y todos los que nos curáis el cuerpo y nos remendáis el alma!”, concluye, reafirmando la importancia de la empatía en la atención sanitaria.