Una mujer ha sido acusada de envenenar a tres adolescentes en Bogotá al enviarles frambuesas contaminadas con talio, un metal altamente tóxico, tras una ruptura amorosa con el padre de una de ellas. Según las investigaciones, Zulma Guzmán Castro, empresaria del sector tecnológico, inyectó este veneno en las frutas y las envió como regalo a la casa del padre de Inés de Bedout, una de las víctimas.
Los hechos ocurrieron el 13 de abril de 2023, cuando las tres jóvenes comenzaron a experimentar severas molestias estomacales tras consumir el postre. A pesar de ser trasladadas a la Fundación Santa Fe de Bogotá, Inés, de 14 años, y su amiga Emilia Forero, de 13 años, fallecieron debido a la toxicidad del talio. La autopsia confirmó que la causa de sus muertes fue el envenenamiento.
Investigación y descubrimiento del crimen
Inicialmente, las autoridades consideraron varias hipótesis, incluyendo la implicación de productores de alimentos o la intervención de bandas criminales. Sin embargo, el Instituto Nacional de Medicina Legal determinó que se trataba de un asesinato. La Fiscalía General de Colombia ha revelado que Zulma Guzmán está en el centro de un proceso penal de alto perfil, acusada de coordinar el envío de las frambuesas contaminadas.
Se ha solicitado a Interpol una orden de arresto internacional, ya que Guzmán abandonó el país poco después de los trágicos acontecimientos. Las autoridades indican que el móvil del crimen podría estar relacionado con motivos pasionales, dado que Zulma había mantenido una relación con Juan de Bedout, el padre de la niña fallecida.
Reacciones de la acusada y antecedentes
Zulma Guzmán ha negado las acusaciones y ha afirmado que se encuentra en Argentina desde hace más de dos años. En sus declaraciones, indicó que «los que la conocen saben que ha estado trabajando» en el extranjero y que las acusaciones podrían derivar de su relación con el padre de una de las víctimas.
La investigación ha tomado un giro inquietante, ya que se ha mencionado un posible vínculo con la muerte de la esposa de Juan de Bedout, quien falleció de manera similar hace dos años, lo que ha llevado a los investigadores a considerar otros crímenes relacionados. La situación sigue siendo tensa y el caso ha capturado la atención del público en Colombia, donde se exige justicia por las jóvenes víctimas.
Las autoridades continúan con las investigaciones y se espera que el caso avance en los próximos días, mientras la comunidad local se encuentra en estado de shock ante tales sucesos. La tragedia ha puesto de manifiesto la gravedad de la violencia en el contexto de las relaciones personales y sus consecuencias fatales.
