Un potente megaterremoto en Rusia ha llevado a las autoridades de California, Alaska, Hawai y Japón a emitir alertas de tsunami, generando una situación de alarma en las costas del Pacífico. Se estima que millones de personas están en riesgo de verse afectadas por olas que podrían alcanzar entre tres y cuatro metros de altura.
En Hawai, el gobernador Josh Green ha confirmado que la primera ola generada por el sismo ya ha superado el atolón Midway, ubicado al noroeste de la isla. Las autoridades han ordenado la evacuación en la costa de Oahu, y las sirenas han sonado en Honolulu y Maui, dos de los principales destinos turísticos del archipiélago. En la isla Grande, la orden es clara: «Vayan a terrenos altos o tierra adentro ahora».
Por otro lado, en Japón, las autoridades han instado a la población de las zonas costeras más bajas a trasladarse a áreas más seguras. En particular, se ha emitido una alerta para la provincia de Fukushima, recordando el devastador accidente nuclear de 2011, que tuvo lugar tras un tsunami provocado por un sismo de nueve grados en la región de Tohoku. Aunque las características del fenómeno actual son diferentes, la central nuclear ha sido evacuada como medida de precaución.
En California, se ha decidido cerrar las playas, especialmente en el área de San Francisco, durante el día de hoy. Los meteorólogos prestan especial atención a Crescent City, que ha experimentado un total de 32 tsunamis en los últimos 90 años, lo que pone de relieve la vulnerabilidad de la región ante estos fenómenos naturales.
Las alertas también se han extendido a Alaska, donde las islas volcánicas del Océano Pacífico Norte son el foco de atención. Las autoridades están monitoreando la situación y han activado protocolos de seguridad para proteger a la población local. La comunidad científica sigue de cerca el desarrollo de esta emergencia, mientras que la población se prepara para lo que podría ser un evento significativo en la historia reciente de la región.
Con la amenaza de un tsunami aún presente, es fundamental que los residentes y turistas permanezcan informados y sigan las instrucciones de las autoridades locales.
