El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha decidido aplazar por tres meses la prohibición de TikTok en el país, tras llegar a un acuerdo en Madrid entre el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el viceprimer ministro chino, He Lifeng. Este acuerdo se enmarca dentro de las negociaciones comerciales que mantienen ambos gobiernos y representa la cuarta prórroga concedida por la Administración Trump, después de las de enero, abril y junio.
La prórroga permite a ByteDance, la matriz china de TikTok, continuar buscando un comprador para su filial estadounidense, que cuenta con aproximadamente 150 millones de usuarios en Estados Unidos, de un total de 1 500 millones de usuarios en todo el mundo. De acuerdo con el nuevo entendimiento, se espera que la propiedad de TikTok en el país pase a manos estadounidenses, aunque hasta el momento, la delegación china no ha proporcionado detalles adicionales sobre el acuerdo.
El Congreso de EE.UU. aprobó en 2024 una normativa que obliga a TikTok a desvincularse completamente de su operación en el país, con el objetivo de proteger los datos de los usuarios y evitar que el gobierno chino tenga acceso a ellos. Pekín ha rechazado en numerosas ocasiones estas acusaciones, defendiendo que sus empresas respetan la privacidad de los datos.
En este contexto, está previsto que Trump y el presidente chino, Xi Jinping, mantengan una conversación telefónica este viernes para profundizar en el acuerdo alcanzado. Durante su primer mandato, Trump fue muy crítico con TikTok por razones de seguridad nacional; sin embargo, ha reconocido la importancia de la plataforma, especialmente después de que se convirtiera en una herramienta clave para conectar con los votantes jóvenes durante su reciente campaña electoral.
Este aplazamiento no solo refleja un cambio en la postura de la Administración Trump hacia TikTok, sino también la complejidad de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China. Los resultados de estas negociaciones podrían tener un impacto significativo en la forma en que las empresas tecnológicas operan en un entorno global cada vez más interconectado y regulado.
