La Administración de Donald Trump ha iniciado una investigación contra la universidad de Harvard por su programa de visados internacionales, el cual permite a académicos de instituciones extranjeras participar en actividades académicas durante un tiempo determinado. Esta decisión, anunciada el 23 de julio de 2025, forma parte de un enfoque más amplio del Gobierno estadounidense hacia la educación superior y la admisión de estudiantes internacionales.
El programa en cuestión, conocido como el Programa de Visitantes de Intercambio, permite a investigadores y profesores de otras naciones dar conferencias y realizar investigaciones en Harvard. Sin embargo, el Ejecutivo ha exigido que todas las instituciones que participen en este programa cumplan rigurosamente con las normativas de visitantes de intercambio y que se comprometan a fomentar los principios de entendimiento cultural y mutuo. Según un comunicado del secretario de Estado, Marco Rubio, las universidades deben garantizar que sus actividades no socaven los objetivos de política exterior de Estados Unidos ni comprometan la seguridad nacional.
Contexto y repercusiones de la investigación
Rubio enfatizó que la investigación tiene como objetivo asegurar que los programas del Departamento de Estado sean coherentes con los intereses de la nación. La mirada del Gobierno sobre Harvard no es nueva; anteriormente, Trump había intentado prohibir la matrícula de estudiantes extranjeros, una medida que fue bloqueada indefinidamente por una jueza federal.
La reciente investigación se produce en un contexto de creciente tensión entre la Administración Trump y varias universidades del país. De hecho, el Gobierno ya había anunciado investigaciones similares a otras cinco universidades, incluida la Universidad de Miami, para determinar si sus becas son otorgadas exclusivamente a jóvenes indocumentados o beneficiarios del programa DACA, conocido como «soñadores».
El pasado lunes, se llevó a cabo una vista en un tribunal de Boston sobre la legalidad de la retención de fondos para Harvard, aunque el tribunal no emitió un fallo inmediato. La jueza federal que presidió el caso cuestionó abiertamente la legalidad de la medida del Gobierno, lo que sugiere que el tema podría generar más controversia en el futuro.
El impacto de la política de Trump en la educación superior
Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump ha criticado a las universidades estadounidenses, acusándolas de ser focos de ideología «woke» y de no proteger adecuadamente a sus estudiantes judíos o israelíes durante las manifestaciones en sus campus en relación con el conflicto en Gaza. La tensión entre el Gobierno y las instituciones educativas está lejos de resolverse, y esta investigación a Harvard podría ser solo el comienzo de una serie de acciones similares contra otras universidades.
Por el momento, la comunidad académica observa con atención cómo se desarrolla esta situación, la cual podría tener repercusiones significativas en la forma en que las universidades estadounidenses abordan la admisión y el apoyo a estudiantes internacionales. A medida que el debate continúa, la investigación de Harvard se sitúa en el centro de una creciente controversia sobre la educación superior en Estados Unidos.
