El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el 17 de julio de 2025 la «Ley alto al fentanilo», una norma que busca endurecer las penas para los traficantes de esta peligrosa sustancia, estableciendo una condena mínima de diez años de prisión. Durante un acto en la Casa Blanca, Trump subrayó que aquellos sorprendidos comercializando fentanilo serán severamente castigados, resaltando la necesidad de combatir a los narcotraficantes que, según él, ejercen un fuerte control sobre México.
«Hoy le damos otra derrota a los salvajes narcotraficantes, criminales y a los carteles, que dominan México», afirmó el mandatario, acompañado de familiares de víctimas de sobredosis. Trump también criticó a las autoridades mexicanas, indicando que «están petrificadas» y temen actuar debido a la influencia de los carteles sobre la política del país.
La respuesta internacional al tráfico de fentanilo
En el mismo evento, Trump hizo un llamado a China para que imponga la pena de muerte a quienes trafiquen con fentanilo, una droga que ha generado una crisis de salud pública en Estados Unidos. «Creo que vamos a lograr que China imponga la pena de muerte a quienes fabrican este fentanilo y lo envían a nuestro país», declaró, mientras se encontraba rodeado de personas que sostenían fotografías de familiares fallecidos por sobredosis de esta sustancia.
El fentanilo, un opioide sintético con una potencia cien veces mayor que la morfina, se utiliza en contextos médicos, pero su uso indebido ha desencadenado una grave crisis de adicciones en Estados Unidos. En 2024, se registraron 80 400 muertes por sobredosis en el país, lo que representó una reducción del 27 % respecto al año anterior. Sin embargo, el fentanilo sigue siendo responsable del 60 % de estas muertes, lo que refuerza la urgencia de la legislación firmada por Trump.
Contexto sobre el tráfico de fentanilo en México
La producción y tráfico de fentanilo en Estados Unidos está estrechamente relacionada con los carteles mexicanos, que utilizan precursores químicos provenientes de China para fabricar la droga en laboratorios clandestinos. La epidemia de opioides en Estados Unidos se remonta a la década de 1990, cuando las farmacéuticas comenzaron a promocionar analgésicos recetados, minimizando sus riesgos de adicción.
Trump ha hecho de la lucha contra el fentanilo una de sus principales prioridades, implementando aranceles a China y a sus vecinos México y Canadá, a quienes responsabiliza de facilitar la llegada de esta droga a territorio estadounidense. La firma de esta nueva ley representa un esfuerzo significativo por parte de la administración estadounidense para abordar una crisis que sigue afectando a miles de familias en el país.
