La industria farmacéutica europea se enfrenta a una incertidumbre creciente tras los anuncios de la administración de Donald Trump sobre posibles aranceles. Aunque el presidente estadounidense había comunicado que a partir del 1 de octubre se aplicarían tarifas del 100% a los medicamentos de empresas que no realicen inversiones en Estados Unidos, hasta la fecha no se ha implementado ninguna medida arancelaria.
Durante el XXI Seminario de Farmaindustria, Iciar Sanz, directora del Departamento Internacional de la patronal farmacéutica, explicó que la administración Trump inició el 1 de abril una investigación para evaluar la dependencia de Estados Unidos respecto a Europa. Según Sanz, las conclusiones de este informe serán determinantes para que Trump decida sobre los aranceles. La directiva subrayó que, a pesar de la falta de acción hasta ahora, las amenazas han tenido un impacto real en la inversión.
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Sanz afirmó: «Primero comenzó con unas amenazas estratosféricas para acaparar titulares, pero la realidad es que no se ha aplicado ningún arancel a la industria farmacéutica. Sin embargo, no nos podemos fiar». La administración estadounidense tiene hasta el 1 de enero de 2026 para tomar una decisión, acogiendo la cláusula de nación más favorecida, que le otorga un plazo de 230 días para decidir sobre estas tasas.
A pesar de la falta de aranceles, Farmaindustria ha alertado sobre las consecuencias que ya se están sintiendo. Según la patronal, las farmacéuticas han invertido más de 180.000 millones de euros en Estados Unidos, dinero que ha dejado de invertirse en Europa. Esta dinámica podría traducirse en un éxodo industrial, donde cada euro no invertido en suelo europeo significa medicamentos producidos al otro lado del Atlántico.
Urgente necesidad de actuación europea
Farmaindustria ha instado a las administraciones españolas y europeas a convertir esta amenaza en una oportunidad. La patronal advierte que «el precio de no actuar puede ser muy caro», ya que podría provocar la fuga de I+D de España hacia regiones como China. Si no se toman medidas adecuadas, se estima que las inversiones en I+D podrían caer un 50%.
El informe de Mario Draghi ya había identificado la industria farmacéutica como estratégica para el futuro de Europa, proponiendo tres pilares para recuperar competitividad: un marco regulatorio innovador, políticas medioambientales equilibradas y potenciar la autonomía estratégica. Sin embargo, Bruselas aún no ha tomado medidas concretas tras las amenazas arancelarias.
Propuestas para acelerar la inversión en España
Ante esta situación, Farmaindustria ha presentado un conjunto de medidas al Gobierno español. Estas incluyen la agilización de la llegada de medicamentos a los pacientes en un plazo de 180 días, garantizando acceso sin restricciones y protegiendo la confidencialidad de los precios. Además, se busca impulsar la investigación preclínica y clínica, facilitar la creación de nuevas empresas y reforzar la propiedad industrial.
La organización también ha propuesto alinear la legislación medioambiental con los objetivos de competitividad, evitando aumentos en las contribuciones obligatorias que podrían reducir la competitividad. Es crucial que se desarrollen nuevos incentivos para la producción de medicamentos estratégicos y biológicos, garantizando inversiones prioritarias y apoyo financiero.
Farmaindustria advierte que, sin una acción decisiva, se podrían perder los más de 3.000 millones de euros que las compañías farmacéuticas invierten anualmente en España, así como los más de 270.000 empleos que genera el sector. La situación actual exige una respuesta rápida y efectiva para proteger el futuro de la industria farmacéutica en Europa.