El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha manifestado su firme oposición a la multa de 2 950 millones de euros impuesta por la Comisión Europea a Google por prácticas abusivas. Este anuncio se realizó el pasado viernes y ha generado una ola de críticas desde la Casa Blanca, donde Trump considera que esta sanción perjudica a la economía estadounidense.
Durante su declaración, Trump afirmó que la multa, equivalente a 3 500 millones de dólares, es un ataque injusto a una de las grandes empresas tecnológicas de su país. El presidente subrayó que «Europa ha desfalcádo a Google en la práctica para financiar inversiones y empleos estadounidenses», añadiendo que el contribuyente estadounidense «no tolerará» esta injusticia.
Posibles represalias comerciales
Trump no se limitó a criticar la multa, sino que también amenazó con tomar medidas de represalia. «Como ya he dicho, mi administración no permitirá que estas acciones discriminatorias se mantengan», declaró, sugiriendo que podría iniciar un procedimiento ante la oficina del representante comercial de Estados Unidos. Este procedimiento, denominado sección 301, permitiría investigar si un gobierno extranjero está llevando a cabo prácticas comerciales desleales que afectan a la economía estadounidense.
El presidente recordó que Apple también enfrentó una multa multimillonaria que, en su opinión, «no debería haberse aplicado», y propuso que la compañía recupere su dinero. «No podemos permitir que esto le suceda a la brillante e inaudita creatividad estadounidense», afirmó, reflejando así su postura defensiva hacia las empresas tecnológicas de su país.
El contexto de la multa
La Comisión Europea decidió multar a Google por prácticas abusivas en el sector de la tecnología publicitaria (adtech), que datan al menos desde 2014. La investigación reveló que Google favorecía sus propios servicios en detrimento de otros proveedores, perjudicando así a la competencia en el mercado. Esta decisión se esperaba desde hace días, y se especuló que podría haberse aplazado debido a las tensiones comerciales entre Bruselas y Washington.
La multa impuesta a Google exige que la compañía ponga fin de inmediato a estas prácticas anticompetitivas y tome medidas para evitar conflictos de intereses en su cadena de suministro. La reacción de Trump marca un nuevo capítulo en las tensiones comerciales entre Estados Unidos y Europa, donde el futuro de las relaciones entre ambas potencias podría verse afectado por este tipo de sanciones. La respuesta del presidente estadounidense añade incertidumbre a un panorama ya complicado en el ámbito de la política comercial internacional.
