El 1 de diciembre de 2025, el senador republicano Markwayne Mullin confirmó que el Gobierno de Donald Trump ofreció a Nicolás Maduro la oportunidad de abandonar Venezuela durante una reciente conversación telefónica. Esta revelación se produce en un contexto de creciente tensión entre Washington y Caracas, que no mantienen relaciones diplomáticas desde 2019.
Mullin, representante de Oklahoma e integrante del Comité de las Fuerzas Armadas del Senado, explicó en una entrevista con la cadena CNN que entre las alternativas planteadas al líder chavista figuraba la posibilidad de trasladarse a Rusia o a otro país. La confirmación de Trump sobre la llamada, que describió como «una llamada telefónica» sin más detalles, ha generado un amplio debate sobre las implicaciones de este contacto.
A pesar de esta comunicación, la postura de Estados Unidos hacia Venezuela se ha endurecido en los últimos días. El Gobierno estadounidense advirtió que «el espacio aéreo de ese país debería considerarse cerrado», lo que ha provocado la cancelación de vuelos y la suspensión de licencias aeronáuticas. Esta acción ha sido condenada por el régimen venezolano, que la califica de «amedrentamiento».
Tensiones militares en el Caribe
Paralelamente, Washington mantiene un significativo despliegue militar en el Caribe, frente a las costas de Venezuela. Esta operación se enmarca dentro de los esfuerzos de la administración estadounidense por combatir el narcotráfico y desmantelar el llamado Cartel de los Soles, al que vinculan a Maduro y a altos funcionarios de su Gobierno. Estas acusaciones incluyen la evasión de sanciones impuestas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) y cargos de narcoterrorismo.
Mullin destacó que la sociedad venezolana está clamando por un cambio político, tras años de deterioro institucional y colapso económico. Según sus palabras, «el propio pueblo venezolano ha hablado y ha dicho que quiere un nuevo líder y quiere restaurar a Venezuela al país que solía ser, un país muy próspero». Esta declaración refleja el creciente descontento en Venezuela y la presión internacional sobre el régimen de Maduro.
La situación política y social en Venezuela sigue siendo crítica, y la comunicación entre Trump y Maduro, así como las acciones militares de Estados Unidos, subrayan la complejidad de la crisis en la región. Las decisiones que se tomen en los próximos días podrían tener repercusiones significativas tanto para el futuro de Venezuela como para las relaciones internacionales en América Latina.
