El exdirector general de la BBC, Tim Davie, ha hecho un llamamiento a los más de 20 000 empleados de la corporación estatal británica para que «luchen por nuestro periodismo», en medio de una crisis provocada por errores editoriales en la sección de noticias. Esta situación ha llevado a su reciente dimisión, en un contexto donde la credibilidad de la cadena se encuentra bajo la lupa.
Davie, que se mostró «orgulloso del periodismo» de la BBC, se enfrenta a un ultimátum por parte del presidente estadounidense Donald Trump, quien ha amenazado con demandar a la cadena por presunta difamación. Según informa el diario El Mundo, Trump reclama mil millones de dólares (alrededor de 860 millones de euros) en daños tras la difusión de un polémico documental titulado Trump, ¿una segunda oportunidad? emitido en octubre de 2024.
La crisis de la BBC y la respuesta del gobierno
Ante esta situación, la BBC ha reconocido un «error de juicio» en la edición del discurso de Trump de enero de 2021. El presidente de la junta, Samir Shah, admitió que la edición «da la impresión» de que el entonces presidente llamaba a «la acción violenta». La ministra de Cultura, Medios y Deportes, Lisa Nandy, también ha señalado la «gravedad» de los fallos de precisión e imparcialidad que han desencadenado la amenaza legal de Trump y la dimisión de Davie.
Sin embargo, Nandy ha alertado sobre quienes se aprovechan de la crisis para «lanzar un ataque sostenido» contra la BBC. Por su parte, el gobierno de Keir Starmer ha mantenido silencio sobre la situación, subrayando la independencia de la cadena y las buenas relaciones con el mandatario estadounidense.
El ultimátum de Trump y la defensa de Davie
El ultimátum de Trump finaliza a las 22:00 horas GMT del 14 de octubre de 2024. El presidente exige una retractación «completa y justa» del documental y de otras «declaraciones falsas, difamatorias, despectivas, engañosas e incendiarias» sobre él. Además, pide una disculpa pública y una «indemnización apropiada» por el daño supuesto.
A pesar de la presión, Davie ha intentado calmar la tensión en la BBC, afirmando: «Estoy muy orgulloso de esta organización. Ha pasado por momentos difíciles, pero hace un gran trabajo. La narrativa no la marcarán nuestros enemigos». Esta declaración se produjo en un encuentro con su equipo, donde reafirmó su compromiso con el periodismo de calidad.
