En un nuevo intento por avanzar en las negociaciones de paz, Rusia y Ucrania han acordado en Estambul un intercambio de 1.200 prisioneros de guerra de cada bando. Este acuerdo se produce en el marco de la tercera ronda de conversaciones, que, según el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, no ha traído «ningún avance milagroso».
Las delegaciones se reunieron durante menos de una hora, durante la cual se propusieron distintas estrategias para articular las futuras negociaciones. A pesar de las propuestas, no se alcanzó ningún acuerdo significativo que pudiera llevar a un alto el fuego, que cada vez se percibe más complicado de lograr.
Propuestas y condiciones de las negociaciones
El negociador ruso, Vladimir Medinski, presentó a Ucrania la creación de tres grupos de trabajo: uno político, otro militar y un tercero humanitario. Además, sugirió la declaración de treguas de 24 y 48 horas para facilitar la evacuación de soldados heridos y la recuperación de los cuerpos de los caídos en combate.
Ucrania, por su parte, propone que los presidentes Volodímir Zelenski y Vladimir Putin se reúnan antes de que finalice agosto, en presencia de los líderes turco y estadounidense, Recep Tayyip Erdogan y Donald Trump. Sin embargo, Medinski descartó la posibilidad de esta cumbre, subrayando que no habrá reunión sin un acuerdo de paz previo. «En realidad, en esa reunión no hay que discutir el acuerdo, sino ponerle punto y final, firmar», afirmó.
El ultimátum lanzado por Trump a Putin el 14 de julio, que establece un plazo de 50 días para que Rusia acceda a finalizar la guerra, también estuvo presente en las conversaciones. Según el portavoz del Ministerio de Exteriores ucraniano, Gueorgui Tiji, esta reunión sería crucial para avanzar en una salida negociada al conflicto.
El alto el fuego y el futuro de los prisioneros
En medio de estas negociaciones, Ucrania ha reiterado la necesidad de un alto el fuego que detenga, al menos, los ataques contra infraestructuras civiles. El nuevo secretario del Consejo para la Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Rustem Umérov, enfatizó que el alto el fuego debe ser genuino e incluir un cese completo de los ataques en áreas críticas.
Medinski añadió que se aceptarán intercambios de personas que hayan estado cautivas por más de tres años, priorizando a aquellos que estén gravemente heridos o sean jóvenes. Este nuevo acuerdo implica que al menos 1 200 prisioneros de guerra serán intercambiados, lo que representa un paso significativo hacia la búsqueda de soluciones más duraderas en el conflicto.
La situación sigue siendo tensa y complicada, pero este acuerdo de intercambio de prisioneros podría abrir la puerta a futuras negociaciones más amplias entre Rusia y Ucrania.