El cobro de una tasa turística a los visitantes que se alojen en diversas ciudades de España se ha consolidado como una medida recurrente. Esta iniciativa, que comenzó como una experiencia piloto en algunas localidades de la Comunidad Autónoma de Cataluña a principios de la década pasada, ahora se expande por todo el país con el objetivo de gestionar el impacto del turismo y financiar las infraestructuras necesarias para atender a los turistas.
Cataluña fue la pionera en España al implementar esta tasa en 2012. Desde entonces, los turistas que pernoctan en alojamientos turísticos deben abonar una cantidad que varía según la localidad, la categoría del establecimiento y su ubicación. A inicios de este año, el Ayuntamiento de Barcelona anunció su intención de duplicar la tasa, estableciendo un nuevo rango de entre 10 y 15 euros por noche y por persona. Esta medida entrará en vigor en 2029, tras un acuerdo entre el PSC y ERC.
En la actualidad, la ciudad más reciente en sumarse a esta tendencia es Vigo, que en enero de 2024 aprobará una tasa media de 2 euros, lo que se traduce en unos 2 millones de euros anuales para la ciudad. Este impuesto no solo afectará a quienes se hospeden en hoteles, sino también a los que opten por pisos turísticos o lleguen en cruceros.
En las Baleares, esta tasa, conocida como ‘Impuesto de Turismo Sostenible’ o ‘Ecotasa’, se aplica desde 2016. Los precios varían según la temporada, oscilando entre 1 y 4 euros por noche en temporada alta, con descuentos de hasta el 75% en temporada baja. Además, los turistas que se alojen más de ocho noches disfrutan de un 50% de descuento en las tasas.
Por su parte, en Canarias no se han establecido tasas turísticas generalizadas, aunque ha habido propuestas para su implementación. Actualmente, solo el municipio de Mogán, en Gran Canaria, cobra 0,15 euros por noche a los visitantes.
En Galicia, el Ayuntamiento de Santiago de Compostela aprobó en mayo la creación de una tasa turística, convirtiéndose en la primera ciudad gallega en introducirla. Esta tasa oscilará entre 1 y 2,5 euros por persona y noche, dependiendo del tipo de alojamiento. La alcaldía de Vigo ha seguido esta línea, tras escuchar propuestas de la Asociación de Hostelería de Vigo (Ahosvi), que sugirió la creación de este impuesto para mejorar los servicios turísticos.
La expansión de las tasas turísticas en España refleja un cambio significativo en la gestión del turismo, buscando no solo limitar su impacto, sino también asegurar que los recursos generados se reinviertan en el bienestar de las ciudades y sus habitantes. Con la creciente popularidad de estas medidas, es probable que más localidades se unan a esta tendencia en los próximos años.
