El Gabinete de Seguridad del Gobierno de Israel ha aprobado en la madrugada de este viernes un plan militar que busca ocupar la ciudad de Gaza, situada en el norte del enclave. Esta operación, presentada por el primer ministro Benjamín Netanyahu, tiene como finalidad «derrotar a Hamás». Aunque el plan inicial se centra en la ciudad de Gaza, Netanyahu ha expresado su intención de extender la operación a toda la Franja, lo que ha generado preocupación y protestas en diversas ciudades israelíes.
Las manifestaciones, que se llevaron a cabo este jueves, reflejan un creciente descontento entre la población israelí, que exige un alto el fuego para facilitar la liberación de los rehenes aún en manos de Hamás. En la actualidad, se estima que 50 rehenes permanecen cautivos, de los cuales se cree que alrededor de 20 siguen con vida. Los familiares de los rehenes han advertido que una ofensiva total podría poner en riesgo sus vidas.
Los cinco principios del plan de Netanyahu
El plan se estructura en torno a cinco principios fundamentales que guiarán la ocupación de Gaza y la política de seguridad israelí:
1. Desarme total de Hamás: La prioridad del gobierno israelí es eliminar por completo la infraestructura militar del grupo islamista. Netanyahu asegura que no puede haber un escenario estable postguerra mientras Hamás mantenga capacidad de acción, alegando que el grupo utiliza escudos humanos y coloca explosivos en edificios residenciales.
2. Desmilitarización de Gaza: Más allá de Hamás, el plan contempla la eliminación total de túneles, armas e infraestructura bélica en Gaza. Aunque Netanyahu afirma que no desea una ocupación prolongada, esto implicaría una presencia militar indefinida en el territorio.
3. Liberación de los rehenes: La preocupación por la vida de los rehenes ha llevado a críticas hacia la estrategia militar. Netanyahu ha declarado en repetidas ocasiones que la guerra podría terminar «manana mismo» si Hamás se rinde y libera a los cautivos.
4. Control israelí de la seguridad: Aunque el primer ministro ha descartado gobernar Gaza, contempla que Israel mantenga el control de la seguridad, lo que incluiría la vigilancia de fronteras y movimientos internos. Esta propuesta ha suscitado críticas dentro del Ejército israelí, donde el jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir, ha advertido que ocupar Gaza podría arrastrar a Israel a un «agujero negro».
5. Administración árabe independiente: La propuesta más controvertida consiste en entregar la gestión civil de Gaza a una autoridad árabe que no sea israelí y que esté desvinculada de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Netanyahu ha excluido cualquier papel para la ANP, lo que ha chocado con las posiciones de países árabes como Egipto y Jordania, que consideran esencial su participación en futuros acuerdos.
Este plan, presentado como una solución a largo plazo, ha sido rechazado por Hamás, que afirma que cualquier forma de gobierno autorizada por Netanyahu será considerada como una «fuerza de ocupación vinculada a Israel». Mientras tanto, las protestas contra la guerra continúan en Israel; este jueves, nueve personas fueron detenidas en Tel Aviv por manifestarse en contra de la posible ocupación total de Gaza.
A día de hoy, Israel controla ya el 75% del enclave, pero la ofensiva no parece tener un final próximo. Se estima que el plan de Netanyahu podría prolongarse de cuatro a cinco meses, lo que podría agravar aún más la situación humanitaria en la región.
