Un hombre neozelandés, que había estado prófugo junto a sus tres hijos menores durante casi cuatro años, falleció el pasado lunes tras enfrentarse a la policía en un incidente que tuvo lugar en el oeste de Waikato, en la Isla Norte de Nueva Zelanda. Tom Phillips, quien había estado escondido en un bosque desde diciembre de 2021, fue abatido durante un intento de robo, mientras uno de sus hijos se encontraba con él en el momento del suceso.
Según informaron las autoridades, los agentes de policía respondieron a un aviso de robo armado cuando se produjo el tiroteo. Durante el enfrentamiento, uno de los policías resultó herido de gravedad, siendo alcanzado por un disparo en la cabeza a quemarropa; actualmente se encuentra hospitalizado y ha sido sometido a cirugía. La subcomisionada interina de la Policía de Nueva Zelanda, Jill Rogers, describió el incidente como «profundamente traumático» para todos los involucrados en una comunidad rural.
Hallazgo de los niños y reacciones familiares
Los otros dos hijos de Phillips, de los que no se conocía el paradero, fueron localizados varias horas después en un campamento cercano, donde las temperaturas alcanzaban niveles cercanos al punto de congelación. «Puedo confirmar que los niños están bien e ilesos, y serán trasladados a un lugar esta noche para controles médicos», declaró Rogers, añadiendo que los menores cooperaron con las autoridades durante la operación de rescate.
La madre de los niños expresó su alivio mediante un comunicado a la cadena estatal Radio New Zealand, afirmando que se sentían «profundamente aliviados de que esta dura experiencia haya llegado a su fin». El caso de Phillips había captado la atención mediática durante casi cuatro años, con llamados de la familia para que se entregara.
El contexto del caso y la vida de Phillips
Tom Phillips había huido con sus tres hijos —Ember (9 años), Maverick (10 años) y Jayda (12 años)— tras una supuesta disputa con la madre de los niños. Antiguos vecinos lo describían como un hombre “inteligente” y “amable”, y había sido considerado un hábil cazador y experto en vida silvestre. Se alega que había cometido un robo a un banco en septiembre de 2023, aunque el primer avistamiento de los niños con su padre se produjo el 3 de octubre de 2024, cuando fueron vistos en un campo.
Este dramático suceso ha suscitado un debate en Nueva Zelanda sobre la convivencia familiar y las medidas de protección infantil, así como la respuesta de las fuerzas de seguridad ante situaciones de alta tensión. Las autoridades continúan investigando los detalles del caso y el estado de los menores, quienes recibirán apoyo integral tras la experiencia traumática.
