El viernes, las agencias de calificación Moody’s y Fitch anunciaron una mejora en el rating soberano de España, sumándose así a la reciente elevación realizada por S&P, que había elevado su nota a ‘A+’ con perspectiva estable hace apenas dos semanas. En concreto, Moody’s ha ajustado su calificación de ‘Baa1’ a ‘A3’, destacando como factores clave la «fortaleza económica del país», el crecimiento más «equilibrado», la mejora en el mercado laboral y el fortalecimiento del sector bancario.
La agencia Fitch, por su parte, mejoró su calificación de ‘A-‘ a ‘A’, lo que sitúa a España en un nivel de confianza que no se había alcanzado desde la crisis financiera. Según el Ministerio de Economía, todas las agencias de rating han colocado su calificación en ‘A’, lo que representa un cambio significativo en la percepción internacional sobre la economía española.
Factores que impulsan la mejora en la calificación
Los analistas han señalado que el fuerte crecimiento económico, el impacto positivo de la migración, la actividad inversora y la protección frente a las consecuencias de los aranceles impuestos por Estados Unidos son elementos que han contribuido a estas mejoras en las calificaciones. Recientemente, varios organismos económicos, tanto nacionales como internacionales, han revisado al alza sus estimaciones de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) español, proyectando tasas entre el 2,6% y el 2,7% para el año 2025.
El Gobierno español, tras conocer la mejora de la calificación por parte de S&P, ha decidido elevar su proyección de crecimiento del PIB en una décima, situándola en el 2,7% para este año. Para 2026, la previsión se mantiene en un crecimiento del 2,2%, mientras que para 2027 y 2028, se anticipan incrementos del 2,1% en cada uno de esos años.
Confianza en el crecimiento económico
El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha subrayado que estas tres subidas en las calificaciones «visibilizan la confianza en el crecimiento y en las buenas perspectivas de nuestra economía». Esta mejora, según Cuerpo, servirá para atraer a un mayor número de inversores hacia las emisiones de deuda pública, lo que se traduce en un ahorro en la factura de intereses que beneficia tanto al Gobierno como a las empresas.
La reciente elevación de las calificaciones por parte de las agencias de rating no solo refleja la resiliencia de la economía española, sino que también indica una recuperación en la confianza internacional que había estado ausente durante años. Estos cambios son un paso importante hacia la estabilización y el crecimiento sostenido de España en el contexto económico global.