El pasado 4 de octubre de 2025, diversas ciudades españolas como Madrid, Barcelona, Málaga y Gran Canaria fueron escenario de masivas manifestaciones en apoyo al pueblo palestino. Miles de personas se volcaron a las calles para exigir el fin del «genocidio» en Gaza, así como la suspensión del comercio de armas y de las relaciones diplomáticas con Israel.
Bajo un mar de banderas palestinas y con lemas contundentes como “Me duele Gaza”, “Stop genocidio” y “Palestina libre”, el centro de Madrid se tiñó de blanco, rojo, negro y verde. La manifestación, que partió desde Atocha y concluyó en la plaza de Callao, reunió a según la Delegación del Gobierno a 92.000 asistentes, aunque las organizaciones convocantes elevan la cifra hasta medio millón de personas. Entre las entidades que impulsaron la protesta se encuentran la Asociación Hispano Palestina Jerusalén (AHPJ), la Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina (RESCOP) y la Campaña por el Embargo de Armas a Israel.
Una movilización intergeneracional
La protesta fue notablemente intergeneracional, con la participación de familias, jóvenes y personas mayores. Figuras políticas como las ministras Sira Rego y Mónica García, así como las líderes de Podemos, Ione Belarra e Irene Montero, también se unieron a la manifestación. Belarra exigió al Gobierno español romper «todas las relaciones con los genocidas» refiriéndose a Israel y reclamó la «inmediata liberación» de los activistas detenidos durante la operación israelí contra la flotilla humanitaria.
La movilización se produce en un contexto marcado por el aumento de la presión internacional contra Israel, coincidiendo con el segundo aniversario del ataque de Hamas y la posterior guerra en Gaza. La manifestación de Madrid se presenta como un claro mensaje de apoyo al pueblo palestino, evidenciando el creciente descontento social sobre la situación en la región.
Un mensaje claro de solidaridad
Las consignas de la manifestación resonaron con fuerza, incluyendo “Israel asesina, Ayuso patrocina” y “No pararemos hasta parar este genocidio”. Los asistentes expresaron su determinación y dignidad, mostrando que la causa palestina continúa siendo una cuestión de gran relevancia en la sociedad española.
La manifestación ha sido un recordatorio del compromiso de amplios sectores de la población con la defensa de los derechos humanos y la justicia social, en un momento en que la atención internacional sigue centrada en el conflicto israelo-palestino.
