La diputada británica Lucy Powell ha sido elegida como la nueva número dos del Partido Laborista de Keir Starmer, superando a la ministra de Educación, Bridget Phillipson, en las elecciones internas celebradas entre el 8 y el 23 de octubre de 2023. Powell sustituye a Angela Rayner, quien dimitió el pasado septiembre tras un escándalo fiscal relacionado con la compra de un piso en Hove, al sur de Inglaterra.
La victoria de Powell fue contundente, obteniendo 87.407 votos, lo que representa el 54 % del total, frente a los 73.536 apoyos (46 %) que recibió Phillipson. En su discurso de victoria, Powell destacó la necesidad de que el partido transmita un mensaje claro de apoyo a los valores laboristas, afirmando: «Tenemos que ofrecer esperanza y el gran cambio que el país anhela».
Desafíos y compromiso con el partido
Powell, quien no asumirá el cargo de viceprimera ministra, ya que esta función recayó en David Lammy tras la remodelación de Starmer, se enfrenta a un periodo complicado para el Partido Laborista. Según las encuestas, el apoyo electoral al partido ha disminuido, situándose por detrás de la formación populista Reform, liderada por Nigel Farage. El último revés del laborismo se produjo el pasado jueves, cuando perdió la circunscripción de Caerphilly en el Parlamento galés, un escaño que controlaba desde 1999.
A pesar de estos desafíos, Powell se ha comprometido a ayudar a Starmer y al Gobierno a «tener éxito», mientras su competidora, Phillipson, enfatizó la importancia de la unidad dentro del partido. En este contexto, Starmer también subrayó la necesidad de defender «los valores británicos, como la decencia y el respeto», en contraposición a los adversarios que, según él, buscan «declarar la guerra» a estos principios.
El legado de Angela Rayner y el futuro del laborismo
La elección de Powell se produce en un momento crítico, tras la renuncia de Angela Rayner, quien fue una figura emblemática del laborismo y cercana al sindicalismo británico. Rayner dimitió después de ser investigada por sus asuntos fiscales, aunque el informe del supervisor ético, Laurie Magnus, concluyó que había actuado con integridad, a pesar de haber infringido el código de conducta ministerial.
Powell ha reconocido los errores del partido, como la supresión de ayudas a mayores para calefacción en invierno, y ha hecho un llamado a la audacia para lograr el cambio necesario en los servicios públicos, especialmente en la sanidad. Con su nombramiento, el Partido Laborista espera recuperar la confianza de sus bases y mejorar su situación en las encuestas, en un ambiente político cada vez más competitivo.
