Una nueva modalidad de fraude está afectando a empleados en diversas empresas, conocida como la estafa del falso jefe. Este tipo de estafa consiste en que un delincuente se hace pasar por el CEO o un superior de la empresa y solicita a los trabajadores que adelanten dinero bajo la promesa de reembolso. Este fue el caso de Álvaro, un joven de 21 años, quien se convirtió en víctima de esta artimaña.
Todo comenzó cuando Álvaro recibió un correo electrónico de su supuesto jefe, José, pidiéndole su número de teléfono. “No me sorprendió porque pensé que a lo mejor se le habían borrado los números”, relata. En el mensaje, el falso CEO le solicitaba que comprara seis tarjetas de Apple y se las enviara. Aunque la petición le pareció extraña, Álvaro decidió seguir las instrucciones, ya que confiaba en su superior.
Tras enviar las tarjetas, el estafador volvió a contactar con él, pidiendo más compras. Sin embargo, Álvaro se negó esta vez, ya que no disponía de más dinero. Fue en ese momento cuando el falso jefe dejó de responder a sus mensajes, lo que llevó a Álvaro a buscar a su verdadero jefe, José, para esclarecer la situación.
Una identidad suplantada
Al consultar a José, se dieron cuenta de que Álvaro había sido víctima de una estafa. “Me asusté porque habían suplantado mi identidad”, advierte José, quien es consciente del riesgo que representa este tipo de fraudes. La estafa del falso jefe se está convirtiendo en un fenómeno cada vez más común, con trabajadores que, por confianza en sus superiores, caen en la trampa.
Este tipo de estafas se basa en la manipulación psicológica, aprovechándose de la predisposición de los empleados a obedecer órdenes de sus jefes. Las víctimas suelen ser empleados que, al recibir una solicitud inesperada, sienten la presión de cumplir con las demandas, sin cuestionar la autenticidad del mensaje. Es fundamental que las empresas implementen medidas de seguridad y formación para prevenir estos fraudes.
La estafa del falso jefe no solo causa pérdidas económicas a los empleados, sino que también afecta la confianza en el entorno laboral. Para protegerse, es recomendable verificar siempre la identidad de quien realiza la solicitud, así como establecer canales de comunicación claros y seguros entre los empleados y la dirección.
La historia de Álvaro es un recordatorio de la importancia de la precaución en un mundo donde la tecnología facilita el engaño. La concienciación y la educación son herramientas clave para combatir estas estafas, que continúan proliferando y poniendo en riesgo a los trabajadores.
