La reciente cumbre entre España y Marruecos, celebrada el 4 de diciembre de 2023, ha suscitado un torrente de críticas y opiniones encontradas, especialmente por la actitud del Partido Popular (PP) y su aparente alineación con el Frente Polisario. A medida que los medios de comunicación destacan la supuesta amenaza marroquí, el Gobierno de Pedro Sánchez se ve envuelto en acusaciones de falta de transparencia y manipulación informativa.
Ricardo Artola, propietario de Arzalia Ediciones, ha lanzado una crítica contundente sobre la cobertura mediática actual. En su reciente libro, El enigma de Israel, el autor Henrique Cymerman argumenta que la percepción de la situación en Gaza ha cambiado drásticamente, donde el apoyo a la causa palestina parece haber disminuido en los círculos políticos españoles. «Cuando visito Madrid y miro las portadas de los diarios, tengo la impresión de que alguien decidió demonizar Israel e ignorar los hechos y el contexto», observa Cymerman, quien resalta que más de dos tercios de los israelíes anhelan la paz con los países árabes.
Manipulación informativa y relaciones exteriores
Este clima de desinformación se ha trasladado a la cumbre entre España y Marruecos, donde el PP ha sido acusado de cambiar su postura sobre el conflicto del Sáhara Occidental. Según la Asociación Canaria de Víctimas del Terrorismo (Acavite), el partido ha dado un «inesperado giro» al reunirse con representantes del Polisario, lo que ha generado críticas por incoherencia. Esta asociación ha instado al PP a rectificar su posición, recordando que en octubre los mismos diputados se comprometieron a no «blanquear los atentados cometidos» por los saharauis.
La cobertura de la cumbre ha estado marcada por titulares alarmantes, como los que sugieren que «el próximo objetivo será Canarias». Estas afirmaciones han encontrado eco en algunos medios, lo que ha levantado aún más preocupaciones sobre la transparencia del Gobierno español en lo que respecta a sus relaciones exteriores.
En este contexto, la portavoz adjunta del PP en el Congreso, Sofía Acedo, ha criticado duramente al Gobierno, afirmando que «no tiene ninguna capacidad para ir a ninguna reunión de alto nivel». Esta declaración, que refleja la postura del PP, se enmarca en un debate más amplio sobre la política exterior española, que parece estar atrapada en un ciclo de demagogia y desinformación.
Intereses económicos y comerciales
Los datos económicos sugieren que, a pesar de la retórica alarmista, la relación comercial entre España y Marruecos es sólida. En 2024, se prevé que el volumen de intercambio bilateral supere los 22 700 millones de euros, con un superávit de 3 000 millones de euros a favor de España. Las exportaciones españolas a Marruecos han crecido cerca de un 6% en comparación con el año anterior. Este vínculo económico es crucial, dado que cerca de 400 empresas españolas están operando en Marruecos en sectores clave como energía, infraestructuras y tecnología.
Cabría destacar que la principal exportación de Marruecos no son los tomates, como muchos piensan, sino productos del sector automovilístico y electrónico que están integrados en redes industriales europeas donde España juega un papel significativo. La Real Instituto Elcano resalta que esta relación económica es vital para el futuro de ambos países, especialmente en un contexto global cada vez más competitivo.
En conclusión, la cumbre entre España y Marruecos ha puesto de manifiesto la necesidad de una política exterior coherente y transparente que priorice los intereses nacionales. A medida que la situación se desarrolla, es fundamental que los partidos políticos, incluido el PP, se centren en una agenda que fomente la estabilidad y la cooperación, en lugar de caer en la trampa de la demagogia y el miedo.
