La ciudad de Gaza vive su segunda noche de ofensiva total por parte del ejército israelí, que ha intensificado los bombardeos y el despliegue de tanques en sus calles. En las primeras horas de esta operación, un centenar de palestinos han perdido la vida, mientras miles de gazatíes intentan huir en un éxodo desesperado.
El portavoz del ejército israelí, Effie Defrin, ha afirmado que «controlar» y «destruir» Gaza será un proceso que llevará meses. Durante una rueda de prensa virtual, Defrin indicó que se estima que tomar el control de la ciudad y de sus centros de gravedad requerirá varios meses, y que incluso podría prolongarse más tiempo hasta que quede completamente destruida.
Desplazamiento masivo y condiciones críticas
Desde el inicio de esta ofensiva, se ha observado un éxodo sin precedentes, con familias enteras atrapadas en atascos interminables mientras buscan desesperadamente lugares seguros que, en la mayoría de los casos, no existen. Se desplazan en vehículos deshechos, cargando con lo poco que les queda: colchones, bidones de agua y combustible, o mantas.
El ejército israelí ha cortado toda ayuda a la ciudad, una estrategia que busca forzar la salida de los gazatíes. Las imágenes que acompañan esta información muestran la devastación que ya sufre Gaza, con bombardeos que no cesan y un panorama de desolación.
Reuniones diplomáticas y creciente presión internacional
En medio de esta crisis, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha anunciado que se reunirá con Donald Trump en la Casa Blanca en los próximos días. Esta reunión podría ser crucial en el contexto de la presión internacional que está aumentando contra las acciones de Israel en Gaza. Recientemente, Canadá e Irlanda se han sumado a este creciente clamor por un alto el fuego y la protección de los civiles.
La situación en Gaza sigue siendo crítica, y la comunidad internacional observa con preocupación el desarrollo de los acontecimientos. La ofensiva militar, según el ejército israelí, continuará hasta que se logren los objetivos de la guerra, lo que plantea un futuro incierto y aterrador para los habitantes de la región.