El grupo terrorista Hamás ha difundido un nuevo vídeo escalofriante en el que se muestra al rehén israelí Evyatar David cavando su propia tumba en un túnel de la franja de Gaza. Este acto macabro, que busca presionar al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, ha generado una oleada de indignación y preocupación a nivel internacional.
En el vídeo, que se hizo público el 2 de agosto de 2025, David, de 24 años, se ve obligado a excavar con una pala mientras pronuncia la frase: “Lo que estoy cavando es mi propia tumba”. La grabación culmina con el joven derrumbándose sobre la pala, tras solicitar una tregua que le permita regresar a su hogar. Al final del clip, Hamás añade un mensaje: “Sólo un acuerdo de alto el fuego puede traerles de vuelta con vida”.
El rehén también muestra un calendario en el que anota lo que come cada día, revelando que su alimentación es extremadamente limitada, intercalando lentejas y judías, y llegando a pasar entre uno y tres días sin recibir alimento. Esta situación destaca la grave crisis humanitaria que enfrentan los rehenes en Gaza, quienes, según han relatado otros sobrevivientes, sufren privaciones extremas y agresiones físicas o psicológicas.
David, en un momento de desesperación, se dirige directamente a Netanyahu, expresando su sentimiento de abandono: “Siento que he sido abandonado. Como primer ministro de mi Gobierno, tienes que cuidar de mí y de los otros prisioneros”. Esta declaración pone de manifiesto la angustia que viven los rehenes y la presión que sienten ante la falta de acción del gobierno israelí.
El contexto en el que se ha producido este vídeo es el de un conflicto en escalada, donde la vida de los rehenes se convierte en una herramienta de propaganda y presión política. Hamás utiliza estas imágenes para intentar forzar al Gobierno israelí a negociar, mientras que la comunidad internacional observa con creciente inquietud la situación en Gaza.
Este tipo de propaganda, que busca deshumanizar y manipular la percepción pública, plantea preguntas éticas sobre el tratamiento de los rehenes y la utilización de su sufrimiento con fines políticos. La situación de Evyatar David es un recordatorio desgarrador de la realidad que enfrentan muchas personas atrapadas en conflictos bélicos.
La difusión de este vídeo ha suscitado reacciones enérgicas en las redes sociales y entre los medios de comunicación, donde la brutalidad de Hamás es condenada. Organizaciones internacionales de derechos humanos han exigido un alto el fuego y un enfoque humanitario que priorice la vida de los rehenes.
El caso de Evyatar David no es aislado, y refleja la complejidad y tragedia de un conflicto que continúa sin resolverse y que afecta a miles de vidas inocentes en la región.