El 18 de septiembre de 2025, el Senado de Argentina rechazó el veto presidencial de Javier Milei a la ley de Aportes del Tesoro Nacional (ATN), marcando un nuevo revés para su administración. La votación finalizó con un contundente resultado de 59 votos a favor de defender la ley frente a 9 votos que apoyaron el veto. Esta derrota se suma a una serie de fracasos que Milei ha enfrentado en su mandato, tanto en el ámbito electoral como en la gestión parlamentaria.
El veto de Milei a la ley, que permite el reparto de fondos a las provincias, no logró ser defendido ni siquiera por los gobernadores aliados de La Libertad Avanza. De hecho, la norma había sido aprobada previamente por 56 senadores, lo que evidencia un cambio en la postura de los legisladores, ya que ahora tres senadores más se unieron para defender la ley. Además, se registraron tres abstenciones durante la votación.
Consecuencias del rechazo
Este rechazo ocurre en un contexto donde el gobierno nacional había distribuido recientemente $ 12 500 millones entre provincias como Santa Fe, Entre Ríos, Misiones y Chaco en un intento de asegurar apoyo para el veto. Sin embargo, los esfuerzos de Milei y su ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, resultaron infructuosos, ya que no contaron con el respaldo de sus aliados circunstanciales.
La decisión del Senado refleja una creciente resistencia social contra las políticas del gobierno, evidenciada por diversas movilizaciones en todo el país. Las luchas emblemáticas de jubilados, personas con discapacidad y profesionales de la salud han sido significativas, generando un amplio apoyo a la oposición.
El futuro de los Aportes del Tesoro Nacional
La ley de Aportes del Tesoro Nacional, que se destina a asistir a las provincias en caso de emergencias climáticas y desastres ecológicos, ahora pasará a la Cámara de Diputados para su votación definitiva. Organizaciones sociales y ambientales han reclamado una mayor transparencia y criterios de planificación en la asignación de estos fondos, lo que añade otra capa de complejidad al debate.
Con este nuevo revés, las distintas facciones del peronismo parecen adoptar una postura pasiva de «esperar a 2027», evocando recuerdos de la estrategia de desmovilización utilizada en el pasado. Sin embargo, desde el Frente de Izquierda y otros sectores en lucha, se ha planteado la necesidad de convocar un paro nacional que inicie un plan de acción más contundente, con el objetivo de desafiar las políticas del gobierno y las demandas del FMI.
El rechazo al veto de Milei representa no solo una derrota parlamentaria, sino también un indicador del creciente descontento social que podría afectar la estabilidad del gobierno en el futuro cercano.
