La reciente decisión del Gobierno de Pedro Sánchez ha generado una intensa controversia en el ámbito de la inmigración y la seguridad vial, al permitir que más de un millón de ciudadanos marroquíes obtengan el permiso de conducir español mediante un simple trámite telemático. Esta medida ha sido criticada por diversas asociaciones profesionales y fuentes policiales, que advierten sobre los riesgos asociados a la falta de controles.
El procedimiento, enmarcado en convenios bilaterales entre España y Marruecos, ha sido flexibilizado hasta niveles alarmantes, permitiendo que el permiso de conducir marroquí sea transformado en uno español sin necesidad de realizar exámenes teóricos o prácticos. Los denunciantes resaltan que este sistema abre la puerta a posibles fraudes, incluyendo identidades suplantadas y permisos falsificados, lo que podría comprometer la seguridad vial en España.
Controversia por la falta de controles
Este cambio en la normativa se alinea con lo que MEDITERRÁNEO DIGITAL informó previamente sobre los acuerdos poco claros entre el Gobierno español y Marruecos, que facilitan trámites administrativos y beneficios regulatorios a los ciudadanos marroquíes sin una reciprocidad real. La crítica se centra en que estas medidas forman parte de una estrategia más amplia de concesiones que, según las fuentes consultadas, podría tener un impacto directo en la seguridad de las carreteras españolas.
Los técnicos de la Dirección General de Tráfico han expresado su preocupación, señalando que la entrega de permisos sin exámenes coloca en riesgo a los ciudadanos. Las asociaciones de víctimas de accidentes han exigido explicaciones al respecto, cuestionando cómo es posible que España conceda un permiso de conducir sin verificar la capacitación del solicitante en el país.
Reacciones políticas y aumento de permisos canjeados
El Gobierno, por su parte, no ha ofrecido aclaraciones sobre esta polémica ni ha justificado la flexibilización de los trámites. La oposición ha reaccionado con firmeza, instando a comparecencias y advirtiendo que Sánchez está convirtiendo a España en “un país rehén de la diplomacia marroquí”. Mientras tanto, la cifra de permisos canjeados continúa en aumento, generando inquietud sobre la falta de mecanismos de control claros.
La situación actual no solo plantea interrogantes sobre la seguridad vial, sino que también refleja una compleja relación entre España y Marruecos, marcada por decisiones que han suscitado un intenso debate en la sociedad española.
