El pasado 24 de julio de 2023, la asamblea provincial de la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC) se reunió para abordar la crítica situación que atraviesan los docentes en el contexto de la campaña electoral del gobernador Martín Llaryora. La asamblea reveló la preocupación de los educadores ante el deterioro de sus condiciones laborales y salariales, situación que se ha agravado a lo largo de los últimos años.
Durante la sesión, se destacó que Llaryora enfrenta un grave dilema: no puede abordar la problemática educativa sin reconocer el maltrato y el empobrecimiento que ha sufrido la docencia desde su llegada al poder. A pesar de los escasos recursos, el gobernador intenta realizar concesiones que no abordan las reivindicaciones fundamentales de los educadores, como la reapertura de las paritarias laborales.
Acuerdo salarial y precariedad laboral
La lista Celeste, liderada por Cristalli, ha ratificado un acuerdo salarial firmado en marzo que mantiene a los docentes en condiciones de pobreza, buscando así asegurar un periodo electoral tranquilo para Llaryora. Este acuerdo ha sido ampliamente criticado por no responder a las exigencias de la comunidad educativa, que demanda un plan de lucha por la mejora de sus condiciones laborales.
La mesa laboral entre el gobierno y la dirección provincial de UEPC ha sido presentada como una muestra de buena voluntad por parte del gobierno, pero los docentes denuncian que este diálogo se ha limitado a cuestiones administrativas, sin abordar los problemas estructurales que afectan su trabajo. A pesar de la preocupación oficial por la sobrecarga laboral, se han propuesto soluciones que, lejos de aliviar la carga, han incrementado la exigencia sobre los educadores, como el trabajo en doble cargo o la ampliación de horas de trabajo sin un aumento significativo de salario.
Digitalización y control educativo
Un aspecto alarmante de la asamblea fue la decisión de eliminar el registro en papel, que incluye los libros de temas digitales. Esta medida, lejos de facilitar la labor docente, se traduce en una mayor carga de trabajo, ya que los educadores deberán cargar la asistencia y otros datos en un sistema digital, el CIDI, que ha demostrado ser ineficaz y lento. A esto se suma la falta de recursos tecnológicos adecuados en las aulas, lo que dificulta aún más la implementación de estas nuevas exigencias.
La situación es aún más insostenible en las escuelas secundarias, donde la falta de asistencia por parte de los docentes ha llevado a la propuesta de llenar los libros de temas digitales, replicando un modelo de control que desdibuja el sentido pedagógico de la educación. Las condiciones laborales se han vuelto cada vez más difíciles, con docentes que deben lidiar con escasos recursos y una creciente presión administrativa.
La asamblea también manifestó su descontento con la falta de atención a problemas de infraestructura en las escuelas, que continúan sin resolver. La falta de gabinetes de apoyo psico-pedagógico y la deficiente atención a las necesidades de los estudiantes han sido temas recurrentes en el debate, lo que pone de manifiesto la urgencia de una reforma integral en el sistema educativo.
Finalmente, los representantes de la asamblea, como Julia Giletta y Noé Silbestein, enfatizaron la necesidad de un sindicato independiente que defienda los derechos de los trabajadores de la educación frente a los ajustes y políticas que atentan contra la calidad educativa. La lucha por un aumento significativo del presupuesto destinado a la educación es crucial para revertir la situación actual y asegurar un futuro mejor para las próximas generaciones.
Los docentes de Córdoba están determinados a organizarse y luchar por sus derechos, exigiendo condiciones de trabajo dignas y un aumento en la inversión educativa para salir de la precariedad y garantizar una educación de calidad para todos los estudiantes.