El enviado especial del presidente estadounidense Donald Trump, Steve Witkoff, ha llegado a Egipto para iniciar negociaciones sobre un plan de paz en Gaza, en un contexto marcado por un optimismo cauteloso entre los gazatíes. Aunque Israel ha ordenado reducir su ofensiva en la Franja, el éxito de las conversaciones dependerá de la voluntad de ambas partes para alcanzar un acuerdo duradero.
Las reuniones se llevarán a cabo en El Cairo y contarán con la participación de Catar como mediador. Según el portavoz del Ministerio de Exteriores catarí, Majed al Ansari, Doha ya ha comenzado su labor de mediación “para continuar las discusiones sobre el plan con el fin de garantizar un camino hacia el fin de la guerra”.
Expectativas y desafíos en las negociaciones
Witkoff, figura clave en los esfuerzos de Washington para poner fin al conflicto, está acompañado por el yerno de Trump, Jared Kushner, y se espera que su llegada a El Cairo genere un diálogo que podría ser tenso. Las negociaciones comenzarán el próximo domingo, y se anticipa que serán largas y complejas.
Tras el anuncio del plan, Israel ha mostrado disposición para aplicar de inmediato la primera fase del acuerdo, que incluye la liberación de todos los rehenes. Sin embargo, persisten las dudas sobre el compromiso israelí para desmilitarizar la Franja de Gaza y sobre los plazos de este proceso.
Por su parte, Hamas emitió un comunicado en el que asegura estar dispuesto a liberar a todos los rehenes, vivos o muertos, si las condiciones lo permiten. A pesar de ello, el grupo no ha dado su aprobación definitiva al plan de Trump, limitándose a expresar su disposición a entablar negociaciones inmediatas para discutir los detalles del acuerdo.
El camino hacia la paz
Las diferentes condiciones que ambas partes buscan introducir en el plan de paz podrían ralentizar o incluso entorpecer su implementación. Con un futuro incierto, la comunidad internacional observa de cerca estos desarrollos en un conflicto que ha durado décadas y que ha causado un sufrimiento inmenso a la población civil.
El éxito de estas negociaciones es crucial, no solo para los gazatíes, sino también para la estabilidad en toda la región. La atención está centrada en cómo estos diálogos pueden allanar el camino hacia un futuro en paz en Gaza, un objetivo que muchos consideran esencial, aunque todavía lejano.
