La tensión en Vitoria alcanzó un punto crítico el 12 de octubre de 2023, cuando la Ertzaintza detuvo a 19 jóvenes bajo la acusación de desórdenes públicos. Este despliegue policial se produjo tras los disturbios generados por un grupo de encapuchados que intentaron interrumpir una concentración del partido ultraderechista Falange, organizada para conmemorar el Día de la Hispanidad.
Un acto controversial en la plaza de la Provincia
La concentración, que se llevó a cabo en la plaza de la Provincia de la capital alavesa, fue autorizada por la Delegación del Gobierno y se desarrolló bajo el lema “La unidad de España, ni se vota, ni se negocia”. Durante el evento, varios asistentes, portando banderas españolas, realizaron el saludo fascista y corearon lemas como “No nos engañan, Vasconia es España”, cerrando la jornada con la entonación del “Cara al sol”.
La presencia de un fuerte cordón policial, así como vigilancia aérea mediante drones y helicópteros, fue necesaria debido a las convocatorias de protesta que se habían anunciado en redes sociales. A unos 650 metros, en la plaza del Arca, se había organizado una contramanifestación “anticolonial” y “contra la ola reaccionaria”, convocada por colectivos de izquierda y antifascistas.
Desencadenante de disturbios y respuesta policial
Poco antes de las 11:00 horas, más de un centenar de jóvenes, muchos de ellos vestidos de negro y encapuchados, se desplazaron hacia la plaza de la Provincia, lo que desató los disturbios. Se registraron lanzamientos de piedras, bengalas y sillas de terrazas cercanas, así como la quema de contenedores urbanos. La situación se volvió crítica cuando los grupos radicales intentaron romper el perímetro policial que separaba ambas concentraciones.
Ante la escalada de violencia, la Brigada Móvil de la Ertzaintza intervino utilizando cargas y material antidisturbios, incluyendo pelotas de foam para dispersar a los alborotadores. Los incidentes se extendieron por varias calles del centro de Vitoria, dejando escaparates dañados y mobiliario urbano destrozado.
Fuentes policiales han informado que cerca de 20 agentes resultaron heridos leves, mientras que los servicios de emergencias atendieron a varios manifestantes por contusiones y problemas respiratorios derivados del uso de material antidisturbio.
Hasta las 16:30 horas, la Ertzaintza había llevado a cabo 19 detenciones por delitos de desórdenes públicos. No se descartan más arrestos, ya que las autoridades continuarán analizando las imágenes captadas por drones y cámaras de seguridad.
El Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco ha condenado los hechos y ha subrayado que “la violencia no tiene cabida en una sociedad democrática”, mientras se prosigue con la investigación para identificar a los responsables de los actos vandálicos.
Reflejo de la división social en el País Vasco
Este episodio no solo ha evidenciado la tensión que rodea a los actos de conmemoración del Día de la Hispanidad, sino que también refleja una profunda división ideológica en el País Vasco. Más allá de los incidentes, lo ocurrido en Vitoria pone de manifiesto una tensión política y social latente, donde símbolos y consignas siguen actuando como chispas en un clima ya inflamable. La jornada, por tanto, se convierte en un nuevo capítulo de una narrativa compleja que sigue marcando la historia contemporánea del territorio.
