Un equipo de investigadores ha descubierto restos de bacterias mortales que diezmaron al ejército de Napoleón durante su retirada de Rusia en 1812. Este hallazgo, publicado en la revista Current Biology, proporciona una visión más clara de las condiciones que enfrentaron los soldados franceses tras la desastrosa campaña.
El estudio se centró en el análisis del ADN de dientes de soldados que fueron enterrados en una fosa común en Vilna, Lituania. Estos soldados formaron parte de la invasión de Rusia, donde se estima que cerca de 300 000 tropas perecieron. Las muestras de los dientes revelaron la presencia de bacterias causantes de la fiebre paratifoidea y la fiebre recurrente transmitida por piojos, lo que indica que múltiples infecciones afectaban a los soldados, ya debilitados por la hambruna y las extremas condiciones climáticas.
Impacto de las infecciones en la campaña napoleónica
Este descubrimiento es significativo, ya que hasta el momento no se habían identificado estas bacterias en los soldados de Napoleón, a pesar de que los historiadores han documentado las severas condiciones que llevaron a sus muertes. Según Nicolás Rascovan, autor del estudio, «fue un punto clave en la ruta de retirada de 1812». Muchos soldados regresaron agotados, hambrientos y enfermos, lo que explica en parte el colapso de la campaña.
El estudio concluye que la fiebre paratifoidea y la fiebre recurrente estaban presentes en el ejército en ese momento crítico. De las muestras analizadas, cuatro de los trece soldados presentaron la bacteria de la fiebre paratifoidea, mientras que dos dieron positivo por la fiebre recurrente. Ambas enfermedades provocan síntomas como fiebre, dolores de cabeza y un estado general de debilidad, propagándose rápidamente en condiciones de hacinamiento e insalubridad.
Condiciones de propagación de las bacterias
La fiebre paratifoidea se transmite a través de alimentos y agua contaminados, mientras que la fiebre recurrente, como su nombre indica, es transmitida por los piojos. Estas infecciones son especialmente peligrosas en situaciones de guerra, donde las condiciones higiénicas son precarias y la alimentación escasa. Este hallazgo añade una nueva capa de complejidad a la comprensión de la desastrosa retirada de Napoleón, que se vio forzada tras la invasión de Moscú, donde las tropas enfrentaron un invierno riguroso y una grave falta de suministros.
Este estudio no solo ilustra las dificultades físicas que padecieron los soldados, sino que también destaca la importancia de la salud pública y la higiene en situaciones de conflicto. La investigación refuerza la idea de que la historia militar no solo se mide en batallas y estrategias, sino también en las condiciones de vida de los soldados.
