Agentes de la Policía Nacional han llevado a cabo la detención de dos individuos en Barcelona involucrados en una compleja red de estafas telefónicas. Estos arrestos se produjeron tras una investigación que reveló la falsificación de documentos oficiales para dar de alta líneas telefónicas de manera fraudulenta, empleando el método conocido como «smishing».
Los detenidos enviaban masivamente mensajes de texto con la intención de engañar a sus víctimas y obtener información personal y bancaria. Con los beneficios obtenidos de estas estafas, adquirían productos electrónicos que posteriormente vendían en aplicaciones de segunda mano, lo que les permitía blanquear los ingresos ilegales. Durante el registro de su domicilio, la Policía encontró una gran cantidad de material relacionado con su actividad delictiva, incluyendo 75 terminales móviles, 11 050 euros en cupones de tarjetas de criptomonedas, 1 150 euros en efectivo, 17 consolas y documentación falsa.
El modus operandi del «smishing»
El «smishing» es un tipo de estafa que consiste en suplantar la identidad de empresas confiables para engañar a los usuarios. Los ciberdelincuentes envían cientos de mensajes de texto haciéndose pasar por entidades como bancos, administraciones públicas o incluso familiares. El objetivo es obtener datos personales y bancarios para llevar a cabo fraudes. Estos mensajes suelen incluir enlaces que, al ser clicados, permiten a los estafadores acceder a información sensible, como usuarios y contraseñas.
Los arrestados habían contratado fraudulentamente 431 líneas de telefonía móvil mediante el envío de más de 790 000 mensajes de texto engañosos. Posteriormente, adquirían productos como planchas de peinado y consolas, que luego eran vendidos en plataformas de compraventa, facilitando así el blanqueo de dinero obtenido a través de estas estafas. Las autoridades les imputan delitos de estafa y falsedad documental.
Investigación y recomendaciones de seguridad
La investigación comenzó a mediados de este año tras la denuncia de un proveedor de servicios de telefonía móvil, que alertó sobre un número anómalo de contrataciones. A través de diversas indagaciones, los agentes lograron identificar a los responsables, quienes habían establecido un centro de operaciones en una vivienda de la provincia de Barcelona. Este lugar contaba con un gran número de cargadores, lo que les permitía conectar múltiples dispositivos y operar sin limitaciones.
Para evitar caer en estas ciberestafas, la Policía Nacional recomienda seguir una serie de pautas: verificar siempre el emisor de mensajes o llamadas, no proporcionar datos personales a menos que se confirme la identidad de la entidad, no facilitar información sensible como datos de tarjetas o contraseñas, y desconfiar de solicitudes que presionen por una respuesta inmediata. Además, se aconseja no clicar en enlaces sospechosos y acceder a cuentas bancarias únicamente a través de aplicaciones oficiales.
La creciente sofisticación de estas estafas hace imperativo que los ciudadanos estén alerta y adopten medidas preventivas para proteger su información personal y financiera.
