Chile ha iniciado este sábado una intensa operación de rescate para salvar la vida de cinco mineros atrapados tras un derrumbe en la mina subterránea de cobre más grande del mundo, El Teniente. A pesar de los esfuerzos, aún no se ha podido establecer contacto con los trabajadores, según ha informado la compañía estatal chilena Codelco.
El presidente ejecutivo de Codelco, Ruben Alvarado, indicó en una rueda de prensa que el avance en el plan de rescate es «sólido», habiendo logrado retirar cerca de 4 metros de material de un total de 20 metros necesarios para alcanzar a los mineros. «Estamos experimentando una baja en la sismicidad, lo que nos permite trabajar de manera más fluida», agregó Alvarado.
El derrumbe ocurrió tras un terremoto de magnitud 4,2 registrado el 16 de noviembre de 2023 a las 17:34 horas en el sector Andesita, una de las cotas más profundas de la mina, situada en la región de O’Higgins, a unos 120 kilómetros al sur de la capital chilena. El plan de rescate implica la utilización de equipos teledirigidos para retirar las rocas que obstruyen la galería subterránea.
Un esfuerzo coordinado en condiciones difíciles
Alvarado destacó que «lo más importante es velar por la integridad de los brigadistas y asegurar que cada avance sea sólido». Hasta el momento, se han eliminado al menos 300 de las 5 000 toneladas de material que bloquean el acceso a los mineros. Los rescatistas son expertos, muchos de los cuales participaron en el famoso rescate de los 33 mineros de la mina San José en 2010. Gracias a la tecnología GPS instalada en los equipos de los mineros, se conoce su ubicación exacta, aunque su estado de salud sigue sin ser confirmado.
La empresa ha admitido que el rescate «se desarrolla en un ambiente difícil», ya que el yacimiento ha sufrido «daños» a causa del sismo. Se estima que hay al menos 300 metros lineales con daños severos y otros 400 con daños moderados. La Fiscalía regional de O’Higgins ha decidido abrir una investigación para determinar las causas del terremoto, que podría estar relacionado con la explotación minera o con la actividad tectónica local.
Además de los cinco mineros atrapados, el deslizamiento ha causado la muerte de Paulo Marín, un trabajador de una empresa contratista de Codelco, y ha dejado al menos nueve heridos, quienes pudieron escapar y se encuentran hospitalizados, aunque fuera de riesgo vital. Este accidente es el más grave que se ha producido en más de tres décadas en El Teniente, que cuenta con 4 500 kilómetros de túneles subterráneos y donde en 1990 perdieron la vida seis mineros en otro trágico evento.
Los esfuerzos de rescate continúan con la esperanza de que los mineros puedan ser localizados y rescatados con éxito en las próximas horas. El trabajo de los equipos de rescate es vital en las primeras 48 horas, un periodo crítico que puede marcar la diferencia en la supervivencia de los atrapados.