En la primera mitad de 2024, los incidentes relacionados con armas blancas en Barcelona han incrementado un alarmante 38%, lo que ha llevado a las autoridades a tomar medidas urgentes para erradicar lo que se ha denominado «cultura de la navaja». Este fenómeno ha sido destacado por el concejal de Seguridad de la ciudad, Albert Batlle, quien ha señalado la necesidad de actuar frente a esta problemática.
Durante la reciente junta de seguridad celebrada en el ayuntamiento, se presentaron cifras que evidencian una tendencia creciente en el porte de armas blancas. El programa especial de seguridad, conocido como Plan Daga, ha intensificado sus esfuerzos, identificando al doble de personas y aumentando las horas de patrullaje dedicadas a este objetivo. En los primeros seis meses del año, se han confiscado hasta 1 844 armas blancas, lo que representa un incremento del 48,5% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Reacciones de las autoridades locales
Ante esta preocupante situación, la consejera de Interior, Núria Parlon, ha hecho un llamamiento a la concienciación ciudadana, subrayando que «no es común llevar un cuchillo encima». Parlon también ha destacado la necesidad de aumentar la presencia policial en las calles, anunciando que se incorporarán 25 000 agentes más en los próximos cinco años para abordar esta y otras problemáticas de seguridad.
El aumento de la policía en Barcelona ha tenido un efecto positivo en la reducción de la multirreincidencia, con un 10% menos de delitos reportados bajo el marco del Plan Kanpai, que ha resultado en más de 11 000 identificaciones en los últimos meses. Sin embargo, el alcalde Jaume Collboni ha reconocido que el problema de las armas blancas persiste. «No es normal llevar armas blancas encima cuando la gente joven sale de fiesta», afirmó.
Perfil de los portadores y aumento de agresiones sexuales
El perfil de quienes portan cuchillos y navajas en la ciudad no se corresponde con el de delincuentes multirreincidentes, sino que, en su mayoría, se trata de jóvenes residentes en Barcelona. Este contexto de ocio nocturno ha facilitado un incremento de los enfrentamientos con armas blancas, que han aumentado un 7% en solo un año. Las autoridades han indicado que este fenómeno está relacionado con factores como el aumento del consumo de drogas, problemas de salud mental y conflictos juveniles.
Además, las denuncias por agresiones sexuales en Barcelona han crecido un 17% en los primeros seis meses de 2024. Esta tendencia también fue abordada en la última junta de seguridad, donde se destacó que el plan de acción contra la violencia de género ha logrado un 30% más en detenciones y un 47% de identificados en comparación con el año anterior.
La situación en Barcelona requiere una atención urgente y concertada entre las autoridades y la ciudadanía para abordar los desafíos de seguridad que enfrenta la capital catalana.