El pasado **28 de julio de 2025**, Odeh Hadalin, un destacado activista palestino y colaborador en el aclamado documental «No Other Land», fue asesinado a tiros por un colono israelí en la ocupada Cisjordania. Este trágico suceso tuvo lugar en la aldea de Um al-Kheir, donde Hadalin era conocido por su labor en defensa de los derechos humanos y su papel en la denuncia de la situación vivida por los palestinos en la región.
Según informaron varios testigos, el responsable del ataque fue identificado como **Yinon Levi**, un colono del asentamiento ilegal de Meitarim. Levi había sido previamente sancionado por la **Unión Europea** y los **Estados Unidos** debido a sus acciones violentas contra la población palestina, aunque el expresidente estadounidense **Donald Trump** lo excluyó de estas listas al asumir el cargo. Esta decisión ha sido objeto de controversia, especialmente tras el asesinato de Hadalin.
El codirector de «No Other Land», **Yuval Abraham**, compartió su dolor en la red social X, afirmando que «un colono israelí acaba de dispararle en los pulmones a Odeh Hadalin». Los residentes del área identificaron a Levi como el tirador, quien fue filmado disparando durante el ataque. La comunidad ha expresado su indignación ante un sistema que, según ellos, permite la impunidad de los colonos en Cisjordania.
Denuncias y consecuencias del ataque
La organización de veteranos israelíes **Breaking the Silence** también se pronunció sobre el asesinato de Hadalin, describiéndolo como una pérdida devastadora. En su mensaje, destacaron que su amigo y compañero activista había sido un defensor incansable de su comunidad, conocido por abrir su hogar a numerosos visitantes y explicarles las terribles circunstancias que enfrentaba. «Odeh era un amigo valiente y excepcionalmente amable», expresaron en su comunicado.
El ataque se enmarca en un contexto de creciente violencia en la región, donde, desde octubre de 2023, al menos **1 009 palestinos** han perdido la vida y más de **7 000** han resultado heridos a manos de colonos y del ejército israelí. La comunidad internacional ha denunciado estos hechos, pero las acciones concretas para frenar la violencia han sido limitadas.
El impacto del asesinato en la comunidad
Hadalin no solo era un activista, sino también un padre de tres hijos. Su muerte ha dejado un vacío en la comunidad de Um al-Kheir, que ha sido objeto de agresiones sistemáticas por parte de colonos. La comunidad ha sido históricamente despojada de sus derechos, y muchos de sus miembros viven bajo la constante amenaza de demolición de sus viviendas.
Uno de los líderes comunitarios, **Hajj Suleiman Hathaleen**, también fue asesinado en 2022, lo que subraya la grave situación de inseguridad que enfrentan los palestinos en la región. La falta de consecuencias para los perpetradores de estos crímenes ha alimentado un clima de desesperanza y frustración entre la población local.
El asesinato de Odeh Hadalin no es un hecho aislado, sino parte de un patrón de violencia que continúa sin ser abordado adecuadamente por las autoridades. La comunidad internacional debe actuar con urgencia para garantizar la protección de los derechos humanos en Cisjordania y poner fin a la impunidad de los agresores.
