sábado, octubre 25, 2025

Alarmante brote de parálisis facial aguda en Gaza

La Franja de Gaza enfrenta un brote de parálisis facial aguda en medio de una crisis humanitaria sin precedentes.
por 24 julio, 2025
Lectura de 2 min
20/07/2025 GAZA CITY, July 21, 2025 -- Palestinians wait to receive food in the Al-Rimal neighborhood of central Gaza City, on July 20, 2025. The total death toll of hunger in Gaza since March has reached 86, including 76 children, the Gaza-based health authorities said Sunday. POLITICA Europa Press/Contacto/Rizek Abdeljawad

La Franja de Gaza se enfrenta a una alarmante crisis sanitaria, marcada por la aparición de decenas de casos de parálisis facial aguda (PFA) en un contexto ya devastado por la ofensiva militar israelí y el severo bloqueo a la ayuda humanitaria. Las autoridades locales, bajo el control de Hamas, han emitido una alerta sobre esta situación médica calificada como «sin precedentes», indicando que al menos 45 casos han sido registrados entre junio y julio de 2023.

Este fenómeno no es un evento aislado, sino que representa una manifestación visible del colapso total de las condiciones de vida y del sistema de salud en el enclave palestino. La PFA se caracteriza por una debilidad o parálisis de inicio súbito, afectando principalmente a los músculos faciales, lo que ha puesto en máxima alerta a los escasos profesionales de la salud que aún operan en la región.

La falta de recursos y el diagnóstico incierto

El principal desafío al que se enfrentan las autoridades sanitarias en Gaza es la falta absoluta de recursos para determinar la causa exacta de estos casos. En circunstancias normales, un brote de PFA activaría un protocolo de vigilancia epidemiológica intensivo, que incluiría análisis de laboratorio y estudios de neuroconducción. Sin embargo, el sistema sanitario en Gaza, colapsado por el conflicto, carece de los equipos y personal especializado necesarios para llevar a cabo estas pruebas.

Esta incapacidad para diagnosticar adecuadamente abre la puerta a dos posibles causas, ambas con implicaciones devastadoras. En primer lugar, se considera la poliomielitis, una enfermedad viral altamente contagiosa que, a pesar de ser prácticamente erradicada en muchas partes del mundo, podría resurgir en Gaza debido a las condiciones sanitarias precarias y las bajas tasas de vacunación. Su reaparición podría causar parálisis permanente en cuestión de horas.

Por otro lado, el síndrome de Guillain-Barré (SGB) es otra posibilidad, un trastorno autoinmune poco frecuente que podría ser desencadenado por infecciones bacterianas o virales previas, algo que se ha vuelto extremadamente común en el contexto actual de Gaza.

Causas subyacentes y condiciones de vida críticas

El comunicado de las autoridades gazatíes subraya las condiciones sanitarias y ambientales catastróficas como las raíces de este brote. La destrucción de infraestructuras ha contaminado las fuentes de agua, obligando a la población a consumir agua no potable, un vehículo potencial para patógenos como el poliovirus. A esta crisis se suma el colapso de los sistemas de alcantarillado y la acumulación de basura en las calles, creando focos de infección.

La malnutrición severa y el hambre han debilitado drásticamente el sistema inmunitario de la población. Según cifras locales, ya han costado la vida a más de cien personas, incluidos 80 niños. Un cuerpo desnutrido es incapaz de defenderse eficazmente contra infecciones, lo que aumenta considerablemente el riesgo de desarrollar complicaciones graves como la PFA.

Ante esta situación crítica, las autoridades de Gaza han lanzado un llamado desesperado de auxilio. No solo solicitan material médico o equipos de diagnóstico; demandan una intervención inmediata que aborde las causas raíz de esta catastrófica crisis. Piden a la comunidad internacional y a organismos mundiales que actúen para detener la ofensiva israelí, que hasta la fecha ha dejado más de 59 100 palestinos muertos, y que permitan la entrada sin restricciones de ayuda humanitaria.

La aparición de la parálisis facial aguda en Gaza no es únicamente una emergencia médica; es una acusación directa contra un bloqueo y una ofensiva que han despojado a más de dos millones de personas de sus derechos más básicos, incluyendo el acceso a agua limpia, comida, saneamiento y atención médica. Cada nuevo caso es un recordatorio de que las consecuencias de la guerra van mucho más allá de las bombas y las balas, extendiéndose a crisis silenciosas que amenazan con dejar secuelas permanentes en una generación entera.

Redacción

Equipo editorial especializado en actualidad ibérica, economía y política. Información rigurosa y análisis profundo de España y Portugal las 24 horas del día.

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