Un ensayo internacional liderado por el Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) de Barcelona ha revelado que la combinación de los fármacos talazoparib y enzalutamida presenta una mejora significativa en la supervivencia de pacientes con cáncer de próstata metastásico resistente a la castración. Este hallazgo, anunciado el pasado viernes, proviene del estudio clínico en fase 3 conocido como TALAPRO-2, realizado en 142 centros de 26 países.
El estudio, coautoría del Dr. Joan Carles, líder del Grupo de Investigación de Cáncer de Próstata del VHIO, se estructuró en dos fases. En la primera parte, se evaluó la eficacia de la combinación en 399 pacientes con alteraciones genéticas en las vías de reparación de daños del ADN. Los resultados publicados en la revista The Lancet indican que los pacientes tratados con esta combinación experimental lograron una mediana de supervivencia global de 45,1 meses, en comparación con los 31,1 meses del grupo que recibió solo enzalutamida y placebo. Este resultado representa una reducción del 38% en el riesgo de muerte para aquellos que recibieron el tratamiento combinado.
Resultados destacados del ensayo
En la segunda fase del ensayo, se probó la combinación farmacológica sin seleccionar a los pacientes por su perfil genómico. Los resultados, que se hicieron públicos en febrero, demostraron que esta mezcla aumentaba la supervivencia global media en 8,8 meses y reducía el riesgo de muerte en un 20,4%. Esta combinación es la primera en mostrar un beneficio estadísticamente significativo en pacientes con cáncer de próstata metastásico resistente a la castración que presentan alteraciones en genes de reparación por recombinación homóloga.
La investigación del VHIO subraya la importancia de este avance en el tratamiento del cáncer de próstata, una enfermedad que afecta a miles de hombres en todo el mundo. La combinación de talazoparib y enzalutamida abre nuevas puertas en la terapia oncológica, ofreciendo esperanza a un grupo de pacientes que históricamente han tenido opciones limitadas.
Este estudio no solo resalta la capacidad de la investigación clínica para transformar vidas, sino que también destaca la colaboración internacional en la búsqueda de tratamientos más eficaces para enfermedades complejas como el cáncer.
