El verano se presenta como la época ideal para descubrir recetas que no solo refrescan, sino que también invitan a explorar sabores de distintas culturas. Desde tradicionales sopas frías en España hasta los frescos rollitos de verano vietnamitas, cada rincón del planeta ofrece opciones deliciosas para combatir el calor. A continuación, te proponemos un recorrido culinario a través de siete recetas veraniegas internacionales que transformarán tus comidas estivales en una experiencia gastronómica única.
Gazpacho: frescura andaluza
El gazpacho es un clásico de la cocina andaluza que cuenta con innumerables variaciones. La chef Ana Casanova sugiere una versión innovadora que incorpora frambuesas, aportando un toque agridulce que resalta el sabor del plato. Esta sopa fría se puede acompañar con queso de cabra desmenuzado y brotes de espinacas, convirtiéndola en una opción refrescante y nutritiva para los días calurosos.
Ensalada griega: un festín mediterráneo
La ensalada griega, conocida como Horiatiki, es una celebración de los sabores mediterráneos. Esta rústica ensalada combina tomates jugosos, pepino, cebolla morada, aceitunas kalamata y queso feta, todo aderezado con orégano y un buen aceite de oliva. Es un plato que refleja la frescura de los ingredientes de temporada y es perfecto para compartir en reuniones al aire libre.
Ceviche: frescura peruana
El ceviche es el plato insignia de la gastronomía peruana, donde el pescado crudo se marina en jugo de lima, cebolla, cilantro y ají. Este plato destaca por su acidez y frescura, ideales para el clima costero, y ha conquistado los paladares de todo el mundo. La versión propuesta por Ana Casanova utiliza pez ballesta, lo que añade un sabor único a esta delicia.
Ensalada Cobb: tradición estadounidense
La ensalada Cobb tiene su origen en un giro inesperado en el restaurante Brown Derby, donde su dueño, Bob Cobb, improvisó una cena con lo que encontró en la nevera. Hoy en día, esta ensalada contundente incluye pollo, huevo duro, aguacate, tocino, queso azul y un sabroso aderezo, convirtiéndola en un plato habitual de los menús veraniegos en Estados Unidos.
Rollitos de verano: frescura de Vietnam
Los rollitos de verano son una opción ligera y saludable, elaborados con papel de arroz y rellenos de fideos de arroz, vegetales, camarones o cerdo, junto con hierbas frescas como menta o albahaca. A diferencia de los rollitos fritos, se sirven fríos y se acompañan con salsas de maní o hoisin. Esta versión es propuesta por Manel García y Hanna Buschmann de Addicted to Hummus, quienes aportan un toque creativo a este plato tradicional.
Zaalouk: un sabor ahumado de Marruecos
El zaalouk es una ensalada cocida tradicional marroquí a base de berenjena, tomate, ajo, comino y pimentón. Este plato se sirve frío o a temperatura ambiente, acompañado de pan, y es esencial en los mezze marroquíes. Su sabor ahumado y especiado lo convierte en una opción reconfortante, incluso en los días más calurosos.
Pavlova: dulce frescura de Oceanía
La Pavlova es un postre clásico que combina un merengue crujiente por fuera y suave por dentro, creado en honor a la bailarina rusa Anna Pavlova. Se sirve con crema batida y frutas frescas como kiwi, maracuyá o fresas, ofreciendo un toque ligero y aireado ideal para los días cálidos. El chef Gipsy le da un aire mediterráneo a esta receta, utilizando piña y un toque de tomillo.
Estas recetas no solo enriquecen nuestra gastronomía veraniega, sino que también nos permiten viajar a través de los sabores. Atrévete a probarlas y transforma tus comidas en una celebración de la diversidad cultural.
