Las uvas han sido reconocidas recientemente como un verdadero «superalimento» debido a sus múltiples beneficios para la salud, según un estudio del investigador en resveratrol y cáncer, John M. Pezzuto, decano de la Facultad de Farmacia y Ciencias de la Salud de la Universidad Western New England en Estados Unidos. En su artículo publicado en el Journal of Agriculture and Food Chemistry, Pezzuto argumenta que las uvas frescas merecen un lugar destacado entre los superalimentos, gracias a su capacidad para modular el microbioma intestinal, el metaboloma y la expresión génica.
El concepto de «superalimento» no cuenta con una definición oficial ni criterios claros, lo que ha llevado a la confusión en torno a este término. Sin embargo, los superalimentos convencionales, que a menudo forman parte de la dieta mediterránea, son ricos en compuestos vegetales que ofrecen beneficios para la salud. En este contexto, Pezzuto examina cómo las uvas, a pesar de ser una fuente natural de más de 1.600 compuestos beneficiosos, como antioxidantes y polifenoles, son frecuentemente subestimadas en comparación con otros alimentos como las bayas.
Beneficios comprobados para la salud
Los polifenoles presentes en las uvas son los principales responsables de sus beneficios para la salud, gracias a su actividad antioxidante y su influencia positiva en los procesos celulares. Es importante destacar que no es un solo componente el que genera estos efectos, sino la uva entera y la matriz única de estos compuestos. Según Pezzuto, más de sesenta estudios revisados por pares han sido publicados sobre las uvas y su relación con la salud, confirmando su papel en la salud cardiovascular, que incluye la promoción de la relajación de los vasos sanguíneos y una circulación saludable, así como la regulación de los niveles de colesterol.
Adicionalmente, los ensayos clínicos han demostrado que las uvas contribuyen a la salud cerebral, ayudando a mantener un metabolismo cerebral saludable y mejorando la cognición. También se ha observado un impacto positivo en la salud de la piel, proporcionando mayor resistencia a la radiación UV y daño del ADN en las células cutáneas. En el ámbito de la salud intestinal, las uvas modulan el microbioma intestinal y aumentan la diversidad en el intestino, mientras que su efecto en la salud ocular se manifiesta a través de un aumento en la densidad óptica del pigmento macular.
Impacto en la expresión génica
El estudio de la nutrigenómica, que examina cómo los alimentos afectan la expresión génica, ha revelado que el consumo de uvas altera positivamente la expresión génica en sistemas corporales relevantes. Pezzuto sugiere que estas actividades a nivel genético podrían ser la clave detrás de los beneficios saludables que ofrecen las uvas.
Como señala Ian LeMay, presidente de la Comisión de Uvas de Mesa de California, que ha apoyado este trabajo, «el doctor Pezzuto demuestra que, según la ciencia, las uvas son un superalimento y deberían reconocerse como tal». Se espera que esta nueva clasificación contribuya a una mayor apreciación de las uvas en la dieta y su inclusión en la conversación sobre los superalimentos.
