La localidad de Esporles se convirtió en el escenario de una vibrante verbena celebrada íntegramente en catalán, donde más de 500 entradas se agotaron rápidamente. Este evento, organizado por Joves de Mallorca per la Llengua, surge en un contexto de creciente preocupación por la disminución del uso del catalán en las festividades populares de la isla. La noche, que combinó música y reivindicación, sirvió para recordar que, como se afirmó en el manifiesto leído por la organización, «para que las fiestas populares en Mallorca lo sean de verdad, deben ser en nuestra lengua».
Una celebración simbólica y reivindicativa
El coordinador de Joves de Mallorca per la Llengua, Josep Buades, explicó que la decisión de establecer un precio accesible de 6 euros por entrada, que incluía una consumición, se debió a que su organización es autogestionada y necesita cubrir los gastos. «Queremos garantizar el ocio a los jóvenes», afirmó Buades, quien destacó que la gente que asiste a estas fiestas participa en una reivindicación colectiva del catalán. El evento comenzó a las 21:00 horas con un gran baile popular a cargo de Esclafits i Castanyetes, seguido por una serie de actuaciones de artistas y DJs locales.
La organización del concierto de Treu la Llengua fue un guiño irónico al mote «aquelarre catalanista» utilizado por el entonces candidato de Vox al Consell de Mallorca, Pedro Bestard, quien había amenazado con acabar con estas iniciativas. Sin embargo, la respuesta de Joves per la Llengua fue clara: transformar esa etiqueta en un símbolo de orgullo.
Fades y el eco de la historia
A medianoche, el grupo Fades tomó el escenario, añadiendo una atmósfera mágica a la velada. Este grupo, que había sido objeto de críticas por parte de la concejala de Vox en el Ayuntamiento de Esporles, Andrea Busquets, por sus afirmaciones en favor del catalán, regresó a la localidad tras haber sido acusado de un presunto delito de odio. «Era uno de nuestros primeros conciertos y no fue nada cómodo, pero sus acusaciones nos hicieron más conocidos», comentó Vicenç Calafell, uno de los integrantes de Fades.
La actuación no solo fue un acto musical, sino también un testimonio de resistencia cultural. «Los proyectos musicales con un compromiso social son los que generan un impacto real», añadió Calafell, quien también expresó su satisfacción por la gran afluencia de público joven al evento, un indicativo del apoyo a la cultura catalana.
Al finalizar la actuación de Fades, se leyó un manifiesto en el que se reafirmó el derecho de los jóvenes a disfrutar del ocio en catalán. «No pararemos hasta que valga la pena el esfuerzo que hemos hecho nosotros y quienes nos precedieron», concluyeron con firmeza.
La verbena se cerró con las actuaciones de Adala & Siva y los DJs PDesquiciades y Lluca, que mantuvieron la energía hasta bien entrada la madrugada. Este evento no solo fue una celebración de la música, sino también un claro mensaje en defensa de la lengua y la cultura de Mallorca.