Con la llegada del otoño, la cocina se transforma, pidiendo platos más sustanciosos y reconfortantes. En este contexto, los limones de Novales emergen como un ingrediente esencial, aportando una explosión de sabor que revitaliza recetas clásicas. La combinación de la acidez de estos cítricos con un simple pollo asado se convierte en una experiencia culinaria que despierta los sentidos y rompe con la rutina de los platos de temporada.
La magia de los cítricos en otoño
El otoño trae consigo una paleta de colores marrones y tonos cálidos, pero también la oportunidad de incorporar la frescura de los cítricos. Limones, naranjas y mandarinas aportan un toque de luz a los días grises. La acidez de los limones, en particular, es un recurso valioso en la cocina, ya que equilibra sabores y añade un contrapunto necesario. No se trata solo de suavizar un plato, sino de ofrecer un destello de energía en cada bocado.
En Cantabria, donde el clima puede ser caprichoso, la producción de los limones de Novales destaca por su calidad y sabor. Estos limones, que parecen concentrar el sol en su piel, son ideales para realzar cualquier preparación. Su aroma, casi un ingrediente en sí mismo, hace que cada plato se convierta en una experiencia sensorial.
Receta de pollo al horno con limones de Novales
Una de las recetas más sencillas y deliciosas que se pueden hacer con estos limones es el famoso pollo al horno con limón, tomillo y vino blanco. Este plato no requiere técnicas complicadas, solo un poco de intuición y atrevimiento. Aquí está la receta:
Ingredientes:
- Un pollo
- Dos limones de Novales
- Un buen chorro de aceite de oliva
- Un vaso de vino blanco
- Sal y pimienta al gusto
- Unas ramas de tomillo fresco
Elaboración: En una fuente, coloca el pollo y añade los limones cortados, el aceite de oliva, el vino blanco, la sal, la pimienta y el tomillo. Precalienta el horno a 200 °C y cocina durante unos 50 minutos, dándole la vuelta a mitad de cocción. El resultado es un pollo con piel crujiente, carne jugosa y una salsa brillante que invita a mojar pan.
La acidez de los limones realza el sabor del pollo, mostrando que en la cocina, como en la vida, a veces es necesario un toque de acidez para despertar el paladar y romper con la monotonía. Este plato se convierte en un recordatorio de que la gastronomía puede ser simple, honesta y, sobre todo, deliciosa.
A medida que los días se acortan y los guisos empiezan a ocupar un lugar destacado en la mesa, es fundamental recordar que un buen cítrico, como los limones de Novales, es el mejor aliado contra la rutina. Su acidez no solo enriquece los platos, sino que también aporta vitalidad a nuestra cocina cotidiana.
