La situación del mercado de la vivienda en España ha alcanzado niveles alarmantes, con un fenómeno creciente: la venta de inmuebles ocupados por okupas. Durante el programa ‘La Linterna’ de COPE, la experta económica Pilar García de la Granja planteó una inquietante pregunta que refleja la desesperación de muchos propietarios y compradores. Este análisis, realizado junto a Ángel Expósito, ha destapado una realidad que no solo es sorprendente, sino también trágica.
Según el experto inmobiliario Fernando Inaretta, actualmente hay 23.000 viviendas okupadas a la venta en el país, lo que equivale al 3 % del total de inmuebles en el mercado. Inaretta advirtió que el número de propietarios que se ven forzados a desprenderse de sus propiedades debido a la falta de intervención judicial es cada vez mayor, con rebajas de precio que pueden alcanzar hasta el 50 % de su valor real.
Un mercado en crisis y precios en alza
Este fenómeno ha llevado a la aparición de cazadores de viviendas ocupadas, quienes adquieren inmuebles a precios notablemente bajos. En términos territoriales, Cataluña se erige como la comunidad más afectada, concentrando el 39 % de estas viviendas, siendo Girona la provincia con el mayor porcentaje de inmuebles en tal situación.
Paralelamente, el mercado inmobiliario muestra signos de agotamiento. En agosto de 2025, se vendieron 47.700 casas, lo que representa un descenso del 3,4 % respecto al año anterior y marca el primer retroceso en más de un año, siendo el peor agosto desde 2020. José María Alfaro, de la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias, ha señalado que ya se percibe una ralentización en los tiempos de venta, debido a un ciclo alcista que se ha mantenido durante más de diez años y a unos precios que, de media, están un 10 o 15 % por encima del techo de 2007.
Desigualdad en el acceso a la vivienda
A pesar de la desaceleración en las compraventas, los expertos no prevén una caída de precios a corto plazo, aunque sí una moderación en las subidas. La razón, como ha analizado Iván Alonso, es que persiste un déficit de vivienda que se estima en medio millón de casas, según datos de Funcas. La demanda de vivienda continúa aumentando, y García de la Granja advierte que solo una desaceleración económica severa podría cambiar esta tendencia.
Una de las consecuencias más preocupantes de esta crisis es la expulsión de los jóvenes del mercado de la vivienda. La compra de inmuebles por parte de este colectivo ha caído hasta representar solo el 10 % del total, la mitad que en 2007, según el Consejo General del Notariado. El precio medio de la vivienda plurifamiliar en España ya es un 3,6 % más alto que en la burbuja de 2007, lo que resulta inasumible para la mayoría de los ciudadanos de entre 18 y 35 años.
García de la Granja ha subrayado que el problema radica en que «los salarios de media en España son muy bajos para el nivel de precio de las viviendas». Además, la estabilidad laboral ya no es un factor seguro para los bancos, debido al riesgo de cambio de empleo y a la naturaleza de los contratos fijos discontinuos, que no garantizan ingresos constantes para afrontar una hipoteca.
La crisis de la vivienda ha llegado también a la agenda política europea. El presidente Pedro Sánchez ha solicitado en el Consejo Europeo «medidas para frenar la compra de vivienda para no uso residencial» y «palancas para actuar sobre las zonas tensionadas». Sin embargo, estas propuestas se ven limitadas por el hecho de que las competencias en materia de vivienda están transferidas a las comunidades autónomas. La idea de prohibir la compra de pisos que no sean vivienda principal, inspirada en Esquerra Republicana, ha sido calificada por García de la Granja como «inconstitucional» y un «despropósito».
