La Agencia Internacional de Energía (AIE) ha publicado hoy un informe alarmante que pronostica un incremento de la demanda de electricidad del 40% en la próxima década. Este aumento se produce en un contexto de retrocesos en la lucha por la descarbonización de la economía mundial, donde las energías renovables no logran avanzar al ritmo necesario para mitigar el calentamiento global.
Según el informe, si no se implementan cambios significativos en las políticas energéticas globales, se estima que el planeta experimentará un calentamiento de 2 grados para el año 2050 y podría alcanzar hasta 2,9 grados para finales de siglo. Las mejoras energéticas que los gobiernos han anunciado apenas tendrían un impacto significativo, ya que solo lograrían retrasar este calentamiento en una década, hasta 2060.
Aumento en la demanda y consumo de combustibles fósiles
El informe de la AIE destaca que la creciente demanda de energía de las potencias emergentes, junto con el cambio de modelo económico que impulsa el desarrollo de centros de datos, será el principal motor de este aumento del 40% en la demanda de energía de aquí a 2035. Se estima que las inversiones en centros de datos alcanzarán los 580.000 millones de dólares en este año, superando en 40.000 millones de dólares a lo que se destinará al suministro de petróleo.
Además, se prevé un aumento del consumo de combustibles fósiles como el gas y el petróleo. Las inversiones en gas han aumentado notablemente y se espera que en los próximos cinco años, las capacidades de extracción alcancen los 300.000 m³, lo que representará un incremento del 50% en el suministro mundial. Casi la mitad de estas instalaciones se encuentran en Estados Unidos y un 20% en Qatar.
El papel de la energía nuclear y la concentración del mercado
La AIE también señala que la energía nuclear ganará protagonismo en la próxima década. Actualmente, más de cuarenta países están integrando la energía nuclear en sus estrategias energéticas, y se estima que la capacidad de generación eléctrica aumentará en un 33%. Este crecimiento se debe, en parte, a que Japón ha reactivado reactores que habían permanecido inactivos desde el accidente de Fukushima en 2011.
En cuanto al control de fuentes de energía, la AIE advierte sobre el riesgo de concentración en el mercado energético, destacando que en octubre más de la mitad de los 20 minerales estratégicos estaban controlados por China, que posee entre el 40% y el 100% del refino de estos minerales. En el ámbito de las energías renovables, China acapara el 80% del sector solar fotovoltaico y entre el 70% y el 80% de los equipos eólicos.
La AIE advierte que esta concentración de producción puede suponer un riesgo de suministro a nivel global si se ven alteradas las condiciones de producción en China por fenómenos meteorológicos, fallos técnicos o restricciones comerciales. En caso de que se produzcan fallos en los suministros chinos, el resto del mundo solo podría satisfacer la mitad de su demanda.
