En la montaña alavesa, el espíritu del famoso personaje de la obra ‘Tasio’ perdura a través de la cocina tradicional. Edorta Lamo, chef del restaurante Arrea!, se ha propuesto rescatar recetas ancestrales que reflejan la rica herencia cultural y gastronómica de esta región. Su propuesta culinaria es un homenaje a los sabores que han definido la vida de generaciones en este entorno.
La atmósfera de la montaña, con su humedad y la frescura del bosque, influye en la experiencia gastronómica. Aquí, los aromas del primer café mañanero y de platos como la porrusalda o el puchero de alubias arrocinas evocan recuerdos de tiempos pasados. La cocina de supervivencia se convierte en un arte donde los ingredientes locales, como setas, caza y frutos del bosque, juegan un papel fundamental.
Una despensa de recuerdos y sabores
Las tradiciones de la montaña alavesa se entrelazan con un paisaje donde la escasez ha forjado una abundancia de recetas. La historia culinaria de esta región incluye platos como estofados de jabalí, corzo y ciervo, así como encurtidos de vegetales y pajaritos glaseados. Cada elaboración es un testimonio de la adaptabilidad y la creatividad de quienes han habitado estas tierras.
La Vieja del Monte, figura mítica de la tradición local, se convierte en símbolo de la protección que los habitantes sienten hacia su entorno. En un mundo que cambia rápidamente, Lamo busca en sus raíces para ofrecer una experiencia que no solo satisface el paladar, sino que también nutre el alma. Cada plato en Arrea! es una invitación a reconectar con una naturaleza que, aunque distante, sigue presente en la memoria colectiva.
Redescubriendo el patrimonio culinario
La cocina de Edorta Lamo no es solo un retorno a las recetas antiguas, sino una forma de reinterpretar lo que significa disfrutar de la comida. En un tiempo donde la globalización ha homogenizado sabores, su trabajo resalta la riqueza de la biodiversidad local. Desde los quesos artesanos hasta los postres elaborados con fruta autóctona, cada bocado cuenta una historia.
Los ingredientes se eligen con esmero, buscando siempre lo que el entorno ofrece. Este enfoque no solo revitaliza la cocina local, sino que también fomenta un sentido de comunidad entre los productores y el restaurante. La integración de sabores únicos, como el zurracapote o el turrón de posguerra, enriquece la oferta gastronómica, destacando la originalidad y el carácter de la región.
Al caminar por los senderos de la montaña, uno no puede evitar sentir la conexión con el pasado y el presente. La cocina de Arrea! se erige como un faro de tradición y creatividad, donde cada plato es un homenaje a las historias que han forjado la identidad de la montaña alavesa. En tiempos de cambio, la esencia de ‘Tasio’ sigue viva, recordándonos la importancia de preservar y celebrar nuestras raíces.