La inauguración de la ampliación del Barrón en la calle Pintorería de Vitoria, que tuvo lugar en julio del año pasado, ha traído consigo un nuevo espacio que antes albergaba la Perfumería Manolo. Este local, ahora parte del Barrón, se ha convertido en un punto de encuentro para eventos diversos, como conciertos, en una zona conocida por su ambiente de vermut y copas.
El Barrón, un clásico dentro de la almendra medieval vitoriana, se caracteriza por su acogedor ambiente, donde personas de todas las edades pueden disfrutar de una oferta gastronómica variada. El establecimiento conecta sus dos espacios a través de una puerta, permitiendo una fluidez entre el bar y el nuevo local. Rubén Freile, propietario del Barrón, reconoce que el picoteo es la opción más popular entre sus clientes, aunque también existe un menú del día atractivo para los trabajadores de la zona.
Una oferta gastronómica variada y exótica
El menú del día incluye un primero, segundo y postre, con opciones como salmorejo cordobés, fideuá de pescado y marisco, marmitako, y vieiras a la plancha, entre otros. A esto se suman platos más elaborados, como alcachofas en salsa verde con almejas y gambas. La carta también presenta ensaladas innovadoras, incluyendo una de chipirones con sal de jamón y piña, y otra de pato con mango y virutas de foie.
Las raciones son variadas y destacan por su originalidad, tales como el jamón ibérico con pan y tomate, y las patatas bravioli. El Barrón también ofrece platos típicos pero con un toque exótico, como calamares fritos a la andaluza, croquetas de jamón ibérico, y una parrillada de verduras con olivada y queso de cabra. Las opciones vegetarianas incluyen tacos de hummus y verduras asadas, asegurando así que todos los comensales encuentren algo a su gusto.
Un local en constante evolución
Desde su apertura en 2006, el Barrón ha experimentado diversas reformas que han modernizado tanto su decoración como su oferta culinaria. La reciente ampliación, que incorpora el antiguo local de la perfumería, ha mantenido el cartel original de este establecimiento en su interior, aportando un toque nostálgico.
Entre las innovaciones, destaca el bocadillo Rock&roll, que consiste en un brioche con costilla de ternera deshuesada, así como otros bocadillos como el de solomillo de pato con queso Idiazabal y el de jamón ibérico con tomate de la huerta. La hamburguesa de ternera y el taco de pollo o verduras son también opciones muy solicitadas.
Con su ambiente desenfadado y su oferta gastronómica que combina tradición con toques exóticos, el Barrón se posiciona como un lugar de referencia en Vitoria, ideal para aquellos que buscan disfrutar de una buena comida en un entorno acogedor.
