Las empanadas son un plato que despierta pasiones, pero lograr que su masa sea perfectamente crujiente a menudo se convierte en un desafío. Sin embargo, existe un truco poco conocido que puede cambiar radicalmente la textura de este manjar: la incorporación de almidón de maíz en la preparación de la masa.
El secreto de la masa crujiente
El almidón de maíz, un ingrediente que rara vez se encuentra en las recetas tradicionales de empanadas, puede marcar la diferencia. Según expertos culinarios, añadir dos cucharadas de este almidón a la mezcla seca antes de agregar agua transforma la masa, haciéndola más ligera y crujiente tras la fritura. Este simple paso asegura que el exterior de la empanada tenga esa crocancia deseada.
La preparación es sencilla: se combinan ingredientes básicos como harina de maíz, mantequilla, sal y miel, y en este momento se integra el almidón de maíz. Posteriormente, se agrega agua tibia poco a poco, buscando una masa homogénea, suave y sin grumos, evitando que quede demasiado seca o pegajosa.
Consejos para empanadas perfectas
Para obtener una empanada crujiente, no solo es importante la masa, sino que también hay otros factores a tener en cuenta durante la preparación. A continuación, algunas recomendaciones que pueden ser de gran ayuda:
- Estirado fino: La masa debe ser lo más fina posible, ya que el grosor influye en la cocción uniforme y en la textura final.
- Herramientas adecuadas: Utilizar dos tablas planas facilita el estirado. Además, cubrir la masa con plástico aceitado evitará que se pegue.
- Temperatura del aceite: El aceite debe estar bien caliente para que las empanadas se doren rápidamente, sellando el relleno y logrando esa textura crujiente sin absorber exceso de aceite.
Con estos consejos, preparar empanadas crujientes en casa es más accesible. A continuación, una receta básica que se puede realizar en menos de 30 minutos.
Receta básica de empanadas crujientes
Ingredientes:
- 1,5 tazas de harina de maíz (blanca o amarilla).
- 2 cucharadas de almidón de maíz.
- 1 cucharada de mantequilla.
- Sal y miel al gusto.
- 0,5 cucharadita de color para la masa.
- 1,5 tazas de agua tibia (añadir poco a poco).
Preparación: Mezcla todos los ingredientes secos y añade la mantequilla y la miel. Incorpora el agua poco a poco hasta formar una masa suave y sin grumos. Estira la masa finamente utilizando tablas aceitada, rellena con tus ingredientes favoritos y fríe en aceite caliente hasta que estén doradas y crujientes.
Con este sencillo truco y una receta básica, lograrás que tus empanadas destaquen por su textura crujiente, convirtiéndolas en una deliciosa opción que encantará a todos. ¿Te animas a probarlo?
