La reciente lectura de la novela Un caballero en Moscú del autor Amor Towles ha despertado un interés inesperado por un platillo peculiar: el estofado letón, un guiso sin caldo, vino ni especias. Este descubrimiento se produjo tras una serie de comentarios sobre la obra, que había quedado relegada en mi estantería por falta de interés. Sin embargo, la curiosidad me llevó a sumergirme en sus páginas, y he de decir que la experiencia ha resultado ser gratamente enriquecedora.
Tal y como se ha comentado, Towles presenta una narrativa brillante, donde combina un sentido del humor delicioso con descripciones precisas de la vida en el Moscú de la Revolución. La obra no solo destaca por su prosa, sino también por su capacidad para evocar la gastronomía de la época, incluyendo platos que van desde la bullabesa hasta este enigmático estofado letón de cerdo.
El Estofado Letón: Un Guiso Curioso
El estofado letón es un concepto que parece desconcertar a muchos, incluidos los aficionados a la cocina. En la novela, sugiere que se trata de un plato que no necesita caldo ni vino, lo que resulta sorprendente para los estándares culinarios europeos. Para aclarar mis dudas, decidí investigar y descubrí que hay una comunidad en línea dedicada a explorar las recetas mencionadas en la novela, lo que me llevó a encontrar la receta del estofado letón.
La autora de un blog, The Book Club CookBook, comparte que este guiso se compone de ingredientes sencillos, destacando la paletilla de cerdo y algunas verduras. A continuación, presento la receta que ha capturado mi atención:
Ingredientes (para 6 personas):
– 3 kg de paletilla de cerdo, deshuesada y cortada en tacos de 2,5 cm
– 0,5 kg de cebollas cortadas en 6 gajos
– 1 taza de ciruelas pasas (sin hueso)
– 1 taza de albaricoques secos
– 6 zanahorias, peladas y cortadas en rodajas
– 6 cucharadas de aceite vegetal
– 60 ml de concentrado de tomate
– 1,25 litros de agua
– Sal y pimienta recién molida
Preparación y Sugerencias de Acompañamiento
La preparación es sencilla: se salpimienta el cerdo y se dora en una olla grande con aceite caliente. Una vez que la carne suelta sus jugos, se añaden las zanahorias y, tras unos minutos, el tomate y el agua. Se lleva a ebullición y se deja cocer a fuego lento durante 45 minutos. Posteriormente, se incorporan las cebollas doradas y las ciruelas, continuando la cocción hasta que la carne esté tierna y la salsa espese.
La autora del blog sugiere acompañar el estofado con patatas hervidas y un buen vino tinto. Aunque se menciona un vino georgiano llamado Mukuzani, muchos consideran que un Rioja sería un acompañamiento más apropiado para este tipo de guiso. Este pequeño detalle sobre el vino ha suscitado una discusión interesante sobre maridajes y tradiciones culinarias.
Por mi parte, aún no he tenido la oportunidad de preparar el estofado letón, pero se ha convertido en un objetivo culinario. La combinación de sabores y la simplicidad de la receta me motivan a experimentarla pronto. Una vez que la elabore, estoy seguro de que compartiré mis impresiones y quizás alguna variación propia.
Este viaje a través de la literatura y la gastronomía demuestra cómo un simple platillo puede abrir puertas a nuevas experiencias culinarias, y la obra de Amor Towles nos invita a explorar más allá de lo convencional. En un mundo donde la cocina suele estar repleta de ingredientes complejos, el estofado letón nos recuerda que a veces, menos es más.
