Un nuevo estudio, liderado por investigadores de la Universidad Heriot-Watt en el Reino Unido, ha desvelado el papel crucial del polvo cósmico en la formación de moléculas necesarias para el surgimiento de la vida en el universo. Según el informe publicado en la revista The Astrophysical Journal, las reacciones químicas entre el dióxido de carbono y el amoniaco, que son comunes en el espacio, se producen de manera eficiente únicamente en presencia de este polvo.
Las reacciones en cuestión generan carbamato de amonio, un compuesto que se considera un precursor químico de la urea y otras moléculas vitales. Este descubrimiento sugiere que el polvo cósmico, que se encuentra flotando entre estrellas y dentro de discos protoplanetarios, actúa como un catalizador, facilitando la creación de compuestos complejos que podrían dar origen a la vida.
Las reacciones previas a la vida
El equipo de científicos recreó en laboratorio condiciones similares a las que existen en nubes interestelares y discos protoplanetarios. Utilizando capas heladas de dióxido de carbono (CO2) y amoniaco (NH3) separadas por una fina capa de granos silíceos porosos que simulan el polvo cósmico, lograron calentar las muestras desde temperaturas extremadamente bajas a valores que se alcanzan en procesos de evolución estelar.
Las moléculas se difundieron a través de la capa de polvo y reaccionaron para formar carbamato de amonio, un sólido iónico que contiene grupos orgánicos de interés prebiótico. Sin embargo, esta reacción térmica apenas se llevó a cabo cuando no había polvo cósmico presente, lo que destaca el papel activo de este material mineral en los procesos químicos del cosmos.
Un papel activo en la química prebiológica
Los resultados de este estudio, que se considera la primera observación de este tipo de catálisis en condiciones simuladas, indican que el polvo cósmico no es solo un fondo pasivo del espacio, sino que proporciona rutas de difusión y superficies catalíticas que permiten reacciones previas al desarrollo de la vida. Según los investigadores, este fenómeno podría ocurrir en envolturas protoestelares y en discos protoplanetarios, donde se forman nuevas estrellas y planetas.
Si se confirma que los granos minerales favorecen la aparición de bloques moleculares complejos, el polvo cósmico podría ser un elemento fundamental para que la química prebiótica prospere en diversas partes del universo. “Esta podría ser la manera en que la naturaleza supera la dureza del espacio para impulsar la química que finalmente conduce a la vida”, afirmó el profesor Martin McCoustra, uno de los autores del estudio.
Este hallazgo no solo amplía nuestra comprensión sobre la química en el cosmos, sino que también plantea nuevas preguntas sobre el origen de la vida en otros planetas. El estudio se titula Cosmic Dust as a Prerequisite for the Formation of Complex Organic Molecules in Space y aporta una perspectiva innovadora sobre cómo las condiciones del espacio pueden ser más propicias para la vida de lo que se pensaba anteriormente.
